Hasta el 14 de julio de 2024 la Fundación María Cristina Masaveu Peterson muestra más de cien obras pertenecientes a la colección del Museo de Bellas Artes de Valencia bajo el título ‘Entre el Bosco y Sorolla‘. La exposición ha sido comisariada por Pablo González Tornel, director del Museo y con ella se quiere mostrar el patrimonio artístico del museo valenciano, uno de los más relevantes del país.
La muestra se ha dividido en nueve secciones:
- El siglo XV: en la encrucijada del gótico internacional: Tras la conquista de Valencia por Jaime I (1238) Valencia se convirtió en una ciudad cristiana. Al mismo tiempo vivió un auge económico y cultural convirtiéndose en el centro del reino de Aragón y su puerto más importante. Con la llegada de importantes artistas la ciudad fue centro de creación y difusión del gótico internacional.
En el siglo XV importantes pintores, tanto extranjeros como valencianos consolidaron la pintura al óleo y el conocido como estilo ‘hispanoflamenco’. El gusto por este estilo siguió hasta el siglo XVI. - Renacimiento del norte y Renacimiento del sur: A principios del siglo XV hubo dos corrientes. El ‘ars nova’ de Borgoña con su realismo extremo (Jan van Eyck, Rogier van der Weyden) y la ‘renovatio’ italiana con los cánones de la Antigüedad.
Ambos estilos convivieron hasta que en el siglo XVI dominara el estilo italiano a través de Miguel Ángel y Leonardo.
- El siglo XVI: clasicismo y maniera: La mitad de la península italiana era de dominio español por lo que no es de extrañar que el arte español siguiera el modelo propuesto por Italia, aparte de la llegada de pintores italianos y el regreso de allí de muchos artistas españoles a la corte de Carlos V. Este modelo de Renacimiento italiano se plasmó en el proyecto de Carlos V para Granada y de Felipe II para El Escorial. Destacaron pintores locales como Luis de Vargas o Luis de Morales.
- El gran siglo del Barroco: A partir del siglo XVII apareció una nueva política de las imágenes que surgió como reacción católica a la Reforma protestante. Las imágenes sagradas eran una vía para acceder a la divinidad. Debían mostrar la relación entre forma y contenido. Su principal finalidad era persuadir a nivel sensorial a las almas para reforzar su fe. De la formalidad de la ‘contramaniera’ se pasó al realismo.
A lo largo del siglo, el Barroco llegó más allá del realismo y el naturalismo. Influyeron, sobre todo, Rubens y van Dyck, la escuela boloñesa y Pietro da Corona y Ciro Ferri a nivel cortesano. Aquí contamos con maestros como Claudio Coello o Antonio Palomino. Este estilo perduró hasta bien entrado el siglo XVIII. - El siglo XIX: entre la tradición y la modernidad: En las reales academias de Bellas Artes de Madrid y Valencia, pioneras ambas, se afianzó el academicismo. El estilo Barroco llegó hasta el siglo XIX de la mano de Mariano Salvador Maella o José Camarón. Pero también apareció Goya abriendo la vía hacia la modernidad consolidándose el Romanticismo con pintores como Agustín Esteve o Eugenio Lucas.
Destacó el retrato y el paisaje a traves de maestros como Vicente López o los Madrazo. A partir de 1856 las Exposiciones Nacionales de Bellas Artes popularizaron la pintura histórica. Los artistas españoles estuvieron entre el arte romántico, el realismo y el impresionismo. - Los inicios de la modernidad: La España del siglo XIX, atrasada con respecto al resto de los países europeos en lo económico, social e industrial impidió un rápido avance hacia la modernidad. Las novedades venían de París, mientras que los artistas españoles seguían mirando a Roma. Además en 1873 se creó la Real Academia de España en Roma ocupándose de la formación artística de los maestros españoles.
Para Valencia el maestro en este época fue Francisco Domingo Marqués que allanó el camino hacia la renovación artística de escultores como Mariano Benlliure y pintores como Sorolla. No abandonaron lo figurativo pero incluyeron el arte impresionista francés y el de los macchiaioli italianos. Los artistas valencianos crearon una escuela con personalidad propia. - Joaquín Sorolla y Bastida: es el pintor valenciano por excelencia. Tras su primera época de aprendizaje tanto en Italia como en Francia nos legó una impresionante cantidad de obras. Destaca por su pincelada segura y rápida tratando los más diversos temas.
- Antonio Muñoz Degraín: Se formó en Valencia consagrándose como pintor de paisajes a partir de 1867. Poco después se instaló definitivamente en Málaga. Creó en sus pinturas obras grandes muy empastadas con una pincelada amplia muy colorida. En sus cuadros el ser humano se empequeñece ante la naturaleza. Participó en numerosos certámenes. Representó escenas literarias como ‘Otelo y Desdémona’, mitológicas como ‘Safo’, históricas como ‘El cabo Naval’ o bíblicas.
- La crítica social y los nuevos realismos: A finales del siglo XIX apareció la pintura de temática social que en España triunfó a partir de Luis Jiménez Aranda con su cuadro ‘Una sala de hospital durante la visita del médico’ y contó con seguidores como Sorolla y Antonio Fillol Granell.
A principios del siglo XX la pintura denunció las injusticias sociales. El realismo dio paso a las vanguardias como el expresionismo figurativo aunque en España los artistas retornaron para su critica social a la pintura figurativa llegando al realismo moderno.
La exposición puede visitarse de martes a viernes de 11:00 a 20:00 horas, los sábados de 10:00 a 20:00 horas y los domingos y festivos de 10:00 a 15:00 horas. El acceso es gratuito.
Para más información acerca de actividades paralelas consulte la web de la fundación.