Estado de alarma: Día 33

Hola a todos. Más de un mes llevamos ya. ¡A este paso vamos a acabar en el Guinness!
Como véis sigo con mi puzzle. Ya casi rematando. Ahora tendré que colocarme las fichas por formas, porque hay mucha agua y eso es un lío. A ver hasta dónde llego mañana.
Como os dije ayer, hoy vamos a ´wagneriar’ un poco. El año que fuimos creo que fue el 1963. Primero estuvimos de vacaciones en Garmisch-Partenkirchen, ese sitio impronunciable donde hacen los saltos de esquí en Fin de Año. En una de las excursiones que hicimos por la zona nos encontramos con este papel en el parabrisas. ¡Qué majos! Debieron ser los únicos españoles por la zona, porque incluso hoy en día llamas la atención. Hace unos años pasábamos las vacaciones en Lechbruck, cerca de Füssen, donde están los castillos de Luis II de Baviera y siempre nos preguntaban que por qué íbamos de vacaciones a Alemania si el sol lo teníamos aquí. Por cierto,

Mis abuelos paternos

si alguna vez queréis ir a esa zona de Alemania, me lo decís y os hago la ruta. La tenemos bastante pateada. Bueno a lo que iba. Los últimos días del verano eran para la ópera en Bayreuth. Como os conté mis abuelos estuvieron yendo doscientosmil años al festival y hasta les hicieron un reportaje para el periódico. Durante el festival es prácticamente imposible conseguir alojamiento y ellos iban siempre a casa de un señor que tenía una carnicería y que alquilaba un piso. Tenía la ventaja que la comida era exquisita, os podéis imaginar. Cuando estuvimos ahí me acuerdo que su mujer, que también trabajaba en la carnicería casi se rebana medio dedo cortando carne. En Bayreuth todo está dedicado a Wagner. Está su casa con todo tal y como él lo dejó. Imagino que seguirá siendo así. De hecho nada más morir él (1883) su mujer, Cosima Liszt, hija ilegítima de Franz Lizst, se empeñó en que todo quedara igual que él lo había dejado. Como véis por el año de su muerte, su nacionalismo estaba ligado a su época, el Romanticismo, cosa que luego

Mi madre, mi abuela, yo, mi padre yendo a ver ‘Tannhäuser’

aprovecharían los nazis para hacerlo suyo. A ello contribuyó no poco su nuera, Winifred Wagner (nacida Williams) de origen inglés y una apasionada de Hitler. Se casó con el único hijo de Wagner, Siegfried. Ella tenía 18 años y él unos 30 más que ella. Se rumoreaba que no le gustaban mucho las mujeres. Siegfried Wagner murió en 1930 y Winifred tomó las riendas del festival con lo que, gracias a ella, durante tantos años se ha identificado a Wagner con los nazis.

Como os conté el público se engalana mucho

En cuanto a Wagner podemos decir que, como todos los genios, también tenía su puntito negativo. Se aprovechó del pobre Luis II de Baviera, que le adoraba, para sacarle todo lo que pudo. Cuando conoció a su segunda mujer, Cosima, él estaba casado con una actriz y ella con Hans von Bülow, director de orquesta y amigo de Wagner. Así que le quitó la mujer a su  amigo. Eso no está bien, ¿verdad?
Hay una anécdota de él que no sé si será verdad, pero es muy bonita. Le preguntaron un día quién era el mejor compositor del mundo a lo que contestó ‘Yo.’ ‘¿Y Beethoven?’ preguntaron ‘Beethoven es la música’ contestó. Me encanta, pero ya os digo, igual es un invento.
Hay varias cosas que hay que destacar de Wagner: él también escribía los libretos; en el texto las frases no se repiten, es decir, que no nos encontramos con esas escenas en que uno canta ‘Me voy, que me voy, que ya me estoy yendo’ y se tira 10 minutos yéndose. Además, y quizás lo más destacable es que fue el inventor del ‘Leitmotiv‘, es decir, que cada personaje tiene su propia melodía.
Bueno, pues todo esto lo sé, porque me he pasado muchos años escuchando las maravillas de Wagner y lo extraordinario que era. Se ve que siempre se te pega algo. ¿Habéis escuchado la obertura que os puse ayer? Si no lo habéis hecho, de verdad, hacedlo que vale la pena. Y ya sabéis, a todo trapo, que a Wagner hay que escucharlo a todo volumen. Por cierto, ¿sabiáis que esto también es de Wagner?
Vaya rollo que he metido hoy. Pero bueno, valga como recuerdo a mi padre.
Mirad, aquí un éxito de ese mismo año y aquí otro, ¡y siguen siendo canciones conocidas!
Hasta mañana. Nos vemos

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