Mi personaje del mes: Erich Kästner

Este mes quiero dedicar este espacio aun hombre que a muchos nos influyó en los primeros años de nuestra niñez. Prácticamente crecimos leyendo sus libros al igual que hicieron varias generaciones antes y después de nosotros. Quizás no os suene su nombre, Erich Kästner, pero sí su obra: ´Emilio y los detectives´, ´Las dos Carlotas’ (Tú a Boston y yo a California….)

Se trata de uno de los escritores alemanes más conocidos, tanto en su faceta como autor de literatura infantil, poesía y obras para cabaret.

Erich Kästner nació el 23 de febrero de 1899 en Dresde y falleció en Múnich el  29 de julio de 1974. Su padre era curtido de pieles, pero tuvo que dejar su profesión por los pocos ingresos que le generaba y pasó a trabajar en una fábrica. Su madre trabajó esporádicamente y también aprendió el oficio de peluquera. Todo para poder darle al hijo la mejor educación posible. Su matrimonio fue más bien de conveniencia. No se llevaban muy bien y, sobre todo la madre, estableció una relación muy cercana con su hijo, que para ella era lo más importante. Kästner se sintió siempre en deuda con ella y esto se refleja en sus libros donde más de una vez encontramos un chico que vive con su madre que se desvive por él. Al mismo tiempo, ese hijo suele ser buen estudiante, aplicado y muy pendiente de su progenitora tal y como era el autor realmente. Él mismo declaraba que había sido, precisamente por ese sentimiento de deuda, un hijo ejemplar, buen estudiante y obediente. Hasta la muerte de su madre en 1951 le escribió prácticamente todos los días. En el fondo, y eso es una apreciación personal mía, no dejo de pensar que en su caso se trataba de una madre demasiado dominante, que no quería ‘soltar’ a su hijo de ninguna de las maneras. Pero ya digo, eso es cosecha mía.

Erich Kästner; fotografiado por Grete Kolliner,hacia 1930

Comenzó sus estudios para maestro.  A los 18 años tuvo que hacer el servicio militar. Ya entonces odiaba todo lo que tuviera que ver con lo militar y las guerras. De hecho, le trataron tan mal, especialmente un tal sargento Waurich, que le quedó una lesión de corazón.  Años después le dedicaría a este sargento uno de sus poemas y no precisamente para adularle.

Tras finalizar el servicio militar decidió dejar los estudios de maestro y pasar a estudiar filología germánica, filosofía y ciencias teatrales. Esto implicaba, evidentemente, que su madre tendría que seguir trabajando y, no sólo eso, sino que se separarían ya que Kästner iba a realizar sus estudios en Leipzig  a unos 120km.

´Emilio y los detectives’, 1929

Tras finalizar, con éxito, sus estudios consiguió un empleo en un periódico y publicó sus primeras poesías, críticas teatrales, comentarios políticos, etc.. En la redacción conoció a la que sería su  futura compañera, Lieselotte Enderle, y a Erich Ohser que ilustró muchos de sus poemas. En 1927 ambos fueron despedidos precisamente por uno de esos poemas que se consideró demasiado erótico y escandalosos para su época.
Kästner aprovechó la ocasión para mudarse a Berlín y se dedicó a la crítica teatral. Berlín era por aquel entonces una de las ciudades más interesantes y excitantes del mundo. Allí trabó amistad con los más importantes artistas y escritores del momento. Llegaron los primeros éxitos y comenzó su costumbre de escribir en los cafés. Su primer libro de poesías se publicó en 1928 y fue un éxito.

´Puntito y Anton’, 1931

Curiosamente empezó a escribir para niños por casualidad. La editora de sus libros, Edith Jacobson, se ocupaba preferentemente de la parte infantil de la editorial y le sugirió que en vez de escribir sobre niños escribiera para niños. La idea le pareció difícil al escritor pero decidió intentarlo. Y así apareció ‘Emilio y los detectives’. Kästner, sin quererlo, fue admirado y querido por los niños a partir de ese momento.
Al año siguiente la historia de Emilio fue llevada al cine  por la productora alemana UFA. Hay que estacar las ilustraciones de Walter Trier que han quedado inexorablemente ligadas a sus libros. En muchos países sus libros se utilizan para enseñar el idioma alemán. Han sido traducidos a más de 60 idiomas.

Dibujo de Walter Trier para ‘Emilio y los detectives’

Su colaboración con Walter Trier llegó hasta 1951. Primero colaboraron en Berlín. Luego Trier, que era judío, tuvo que emigrar en 1936 a Inglaterra y a partir de 1947 vivió en Canadá. Los manuscritos por un lado y los dibujos por el otro cruzaron el Atlántico muchas veces. Su amistad duró más de 25 años a pesar de que después de 1936 sólo se volvieran a ver dos veces.

Para el crítico literario y escritor Marcel Reich-Ranicki los libros infantiles de Kästner son, sobre todo, importantes porque  rompieron barreras. Hasta entonces los niños y adolescentes leían libros de vaqueros e indios,  de romanos o novelas históricas tipo ‘Quo vadis?’ o ‘Ben Hur’. ‘Emilio y los detectives‘ sin embargo, contaba una historia que ocurría en el Berlin contemporáneo. Incorporaba ademas la idea de que sucedía algo malo  y eran los niños los que decidían solucionarlo sin contar ni con los padres ni con la policía. Ese hecho fue de gran impacto para los lectores en aquel momento ya que proponía una situación completamente innovadora. Kästner trataba a los niños como adultos y como adultos buenos. Otro de los aspectos innovadores fue que los niños hablaban como se hablaba en la calle. Algo que hasta entonces nunca se había reflejado en la literatura infantil.

Él aula voladora’, 1933

En 1931  publicó ‘Fabian’, un libro para adultos, del que algún crítico dijo que era un libro inmoral moralizante. En él habla del abismo que se abría ante el país. Según el crítico Hans Wagener ‘la crisis de Fabian no es una crisis individual, sino que en él se muestra la crisis de toda una sociedad; la falta de trabajo y la consiguiente miseria individual; la crisis del liderazgo, de los partidos políticos y su creciente radicalización; la traición de los intelectuales que aquí, como redactores, escriben lo que ni ellos creen…’

Con la llegada de los nazis al poder Kästner comenzó a tener problemas. No se le dejaba publicar y sus libros fueron quemados la famosa noche del 10 de mayo de 1933 en el Opernplatz de Berlín. Se recopilaron 20.000 libros, asistieron a la quema 40.000 personas. De los 24 autores alemanes cuyos libros fueron quemados, sólo Erich Kästner permanecía en el país. Incluso asistió a la quema. Hoy en día podemos ver en el Bebelplatz, nuevo nombre de la plaza,  una placa con las palabras del autor Heinrich Heine de 1820: ´Donde hoy queman libros, mañana quemarán personas´. El por qué Kästner se quedó en Alemania y no emigró…. por un lado decía que alguien tenía que quedarse para contar después lo sucedido (cosa que nunca hizo) y parece más probable que no quisiera dejar a sus padres solos, demasiado mayores ya para abandonar el país y comenzar una nueva vida. Esta situación hizo que estuviera prácticamente 12 años en un limbo creativo ya que no podía publicar nada, por lo menos bajo su nombre. Sí que consiguió un gran éxito con el guión de la película ‘Las aventuras del barón Münchhausen‘ que escribió con el pseudónimo Berthold Bürger, pero a Hitler no le gustó y se le prohibió escribir totalmente. La película fue dirigida por Josef von Báky e interpretada por Hans Albers. Sólo le quedaba publicar en el extranjero. De hecho, de algo tenía que vivir. La Gestapo le detuvo dos veces, pero al no tener ninguna causa contra él, tuvieron que dejarle marchar.

´Las dos Carlotas’, 1949

En marzo de 1945 salió de Berlín gracias a un amigo que le consiguió trabajo en una supuesta película en Austria que nunca se rodó. Ahí vivió el final de la guerra.

En 1946 logró visitar a sus padres en Dresde. Su madre falleció en 1951 y a partir de ese momento la relación con su padre mejoró mucho.

Después de la guerra se trasladó a Múnich. Continuó publicando en prensa y también para los cabarets. Fue nombrado redactor jefe de la revista ‘Neue Zeitung’ periódico publicado por los americanos en Alemania. En 1945/46  sacó la revista juvenil ‘Pinguin’ . En 1949 publicó ‘Las dos Carlotas’ que fue filmada al año siguiente y alcanzaría fama mundial en 1961 con la producción de DisneyTu a Boston, yo a California‘. Escribió 17 libros para niños que se han traducido a más de 35 idiomas. También publicó 4 novelas para adultos y 13 libros de poesías. Una de sus obras más relevantes es ‘La escuela de los dictadores‘ una obra de teatro que se estrenó en Múnich en 1958. Tradujo al alemán el guión de la película de Joseph L. Mankiewicz ‘Eva al desnudo‘.

´Don Quijote´contado por Erich Kästner, 1963

Como curiosidad podemos contar que por las tardes trabajaba en algún café y por la noche en algún bar. Escribía sus obras en taquigrafía.

Según el crítico literario Reich-Ranicki no hay duda alguna que Kästner fue totalmente contrario al nazismo, pero no era un autor ideológico. Era apolítico aunque sí escribió versos satíricos y críticos.

Quiso cambiar los comportamientos a través de modelos. En sus poemas atacó los ‘defectos’ de los alemanes: el espíritu de subordinación, la falta de coraje, la intolerancia, el militarismo que llevaron a Alemania al desastre. Según su biógrafo Klaus Kordon, Erich Kästener no era ni marxista ni socialista, sino un demócrata liberal y librepensador que odiaba cualquier revolución. Sí que es verdad que menospreció el peligro fascista. Como contraposición a estos defectos Kästner resaltó las virtudes de la infancia. La sociedad sólo puede mejorar si no se asfixian las virtudes infantiles, tales como la solidaridad. A Kästner no le gustaba el sistema en que vivía, pero no conocía otro. Creía que lo importante es la educación, sobre todo la de los niños. Y esa educación tenía que tener referentes.

´Los viajes de Gulliver´contados por Erich Kästner, 1963

El otro aspecto que destaca Reich-Ranicki es su lírica. Escribió sobre todo contra la guerra. Hay que tener en cuenta que en aquellos momentos, en Alemania, era muy popular el acudir a cabarets donde se criticaba con poemas, a veces cantados, la situación actual del país. Aquí podemos recordar obras como ‘La opera de tres centavos‘ o la película ‘El ángel azul‘. Aunque no lo considera como uno de los mejores líricos, si destaca su originalidad. Como ejemplo de sus poesías que tanto molestaron a los nazis, podemos citar las primera frases de uno de sus poemas referido a la 1ª Guerra Mundial: ‘Si hubiéramos ganado la guerra, Alemania no podría salvarse. Por suerte no ganamos.’ Reich-Ranicki compara sus poemas con las obras de Erich Maria Remarque, también antibelicistas y denostadas por el Tercer Reich. Incluso escribió lo que hoy se llamarían ‘microcuentos’, como esa frase que dice: ‘No hay nada bueno, a no ser que lo hagas’.

Se opuso activamente a las centrales nucleares y siempre luchó por la paz.

A nivel personal vivió con Lieselotte Enderle. Sin embargo eso no le detuvo de tener aventuras con muchas otras mujeres. En 1949 conoció a Friedel Siebert, 27 años más joven que él. Su relación duraría 20 años .Incluso fue padre en 1957 y vivió con su hijo y ella  durante unos años. Pero finalmente esta relación terminó porque Kästener no estaba dispuesto a dejar a su pareja Enderle.

Según Reich-Raniki el mayor problema de Kästner fue su alcoholismo, su dependencia del whiskey.

Actualmente hay en Alemania más de 120 colegios que llevan su nombre.

 

Fuentes:

Youtube:

– Lauter schwierige Patienten – Reich-Ranicki über Erich Kästner
– Erich Kästner-Schriftsteller für Kinder und Erwachsene (Portrait, BR, 1983)
– Dokumentation über Erich Kästner-die Geschichte eines lächelnden Moralisten
– Ein Mann gibt Auskunft: im Erich Kästner Museum in Dresden

Kordon, Klaus: ‘Die Zeit ist kaputt’. Die Lebensgeschichte des Erich Kästner’.
Kästner, Erich: Notabene: Ein Tagebuch, Atrium Verlag, 2017.

 

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