Mi personaje del mes: Vicente Moreno Sanz

Vicente Moreno Sanz, madrileño, acaba de publicar su primer libro. Pero no es lo único que ha hecho desde que dió un giro de 180 grados a su vida. Y cómo veremos, no es el primero.

MVyC: Cuéntanos algo sobre ese cambio que has dado a tu vida.
VMS: La verdad es que sí ha sido un cambio. Desde mis estudios universitarios a ahora mi vida ha variado por completo. Pero desde muy pequeño he estado cambiando de rumbo. Tanto mi hermana como mis primos y yo íbamos al Colegio Hispano-Alemán. Cuando se dió la posibilidad de pasar al Colegio Alemán, no quise y preferí ir a un instituto público español. La verdad es que es algo de lo que nunca me he arrepentido.  Sigo en contacto con todos mis amigos de esa época, que son además del barrio.

Vicente Moreno Sanz

Cuando llegó la hora de elegir carrera, aunque  me  gustaban mucho la Historia y la Literatura,  con una madre farmaceútica y un padre ingeniero predominaba  la idea de que las Letras son más bien un hobby. Como también se me daban  las Ciencias, siguiendo los pasos de mi madre y mi abuela, estudié Farmacia pero  me decidí por la parte de investigación clínica. Estuve varios años trabajando en laboratorios farmaceúticos en temas de desarrollo de medicamentos, ensayos clínicos… y me di cuenta que en ese mundo, que no me disgustaba, había mucho tejemaneje y asuntos que a mi, personalmente, no me agradaban.
Por otro lado, mientras estaba trabajando, seguí estudiando Historia a través de la UNED y hace cinco años me lié la manta a la cabeza y pensé ‘Hasta aquí he llegado con los ensayos clínicos. Quiero terminar los estudios de Historia y dedicarme a ella que es realmente lo que me gusta.’ Así que mi hobby se ha convertido en mi profesión.

MVyC: y ¿por que la Historia Militar? ¿qué es lo que te llama la atención?
VMS:  Si te gusta la Historia, una parte importantísima es la Historia Militar. Creo que la elegí por dos motivos. Por un lado mi abuelo materno era geógrafo-historiador y siempre he tenido acceso a todos sus libros, documentos, etc. Pasó la Guerra Civil y me contaba muchas cosas acerca de ella.  Por el otro, como sabes, tengo espina bífida lo que provoca una incapacidad física para hacer muchas cosas, entre ellas el servicio militar. En  su momento fui llamado ‘a filas’, pero me pusieron el sello de incapacitado y, a pesar de que estuve discutiendo con el comandante para ver si había alguna forma de que pudiera hacerlo, no lo conseguí. Creo que al negarme la posibilidad de hacer el servicio militar, más me interesó el tema. Siempre me ha gustado el tema de los uniformes, las batallas, la táctica y la estrategia y también  los valores de servicio a los demás.

MVyC: Y dentro de la Historia Militar, ¿por qué las Órdenes Militares?
VMS: Realmente fue una casualidad. Estaba en la Complutense en un grupo de alumnos a los que nos gustaba la Historia Militar y algunos teníamos contactos con la editorial Nowtilus. Surgió la idea de escribir un libro sobre las Órdenes Militares ya que  no  había nada a este nivel sobre las Órdenes españolas. Se decidió empezar por la Órden de Santiago,  quizás la más conocida y relacionada, además, con el Camino de Santiago. Y así surgió todo.

MVyC: ¿Cuánto tiempo te ha llevado la investigación?
VMS: Cerca de un año.

MVyC: ¿Te has topado con algo que te haya llamado especialmente la atención?
VMS: De hecho, es curioso que  en la historia de las distintas Órdenes Militares se mezclan unas con otras, salvo al principio, cuando se están creando. A partir de los Reyes Católicos es el rey el que se ha convertido en la máxima autoridad de todas ellas y pasan a estar muy vinculadas.  Y es curioso ver cómo, por un lado, están muy divididas en los reinos españoles, pero, por el otro, se las usa de una forma muy parecida.

MVyC: ¿Tienes planeado escribir sobre otras Órdenes Militares?
VMS: Estoy abierto a cualquier tema. Con la editorial, de momento, no hay nada hablado, pero estoy dispuesto a continuar con la saga.

MVyC: Si tuvieras libertad para elegir, ¿qué tema escogerías?
VMS: Personalmente lo que más me gusta es el período contemporáneo post-napoleónico, es decir, entre Napoleón y la Primera Guerra Mundial. Es un período que aquí está bastante olvidado aun teniendo información de primera mano, ya que no está tan lejano. Te hablo no sólo a nivel español, sino internacional. Parece que no es un tema que atraiga y, ahora mismo, el tema militar parece que no se quiere tocar, ni desde el punto de vista institucional, ni académico. Las ayudas a la investigación que había antes ahora no existen.

Vicente Moreno y Alberto Tresguerres

MVyC: ¿Qué estás escribiendo ahora mismo?
VMS: Ahora mismo colaboro con una revista que se llama Khronos y estoy recopilando información para posibles temas futuros, pero no tengo ningún proyecto concreto. Llevo tiempo dándole vueltas a escribir sobre la reina Urraca, hija de Alfonso VI que, en la Edad Media fue reina antes de Isabel la Católica. Se enfrentó a los reyes más poderosos del momento y se casó con uno de ellos.  Es un período muy curioso donde encontramos a varias   mujeres controlando reinos cristianos.

MVyC: Aparte de este libro, también has creado un juego….
VMS: Si, es verdad. Se llama ‘Legado’.   Alberto Tresguerres  y yo desarrollamos un juego basado en las tradiciones y las criaturas del folclore español antiguo. Hemos ido viajando por las distintas zonas de España recogiendo  los mitos y leyendas de la cultura popular y hemos creado un juego en el que damos por hecho que estas criaturas existen en realidad y hay interacción  con el mundo de los humanos. Es un juego de mesa que queremos llevar en un futuro a un juego online. Lo presentamos en unas jornadas de juegos hace un año y medio, pero todavía no se comercializa.

MVyC: Y ¿cómo te ves de aquí a diez años? ¿vas a dar otro giro a tu vida?
VMS: No, no… esto es lo que quiero hacer de ahora en adelante. Ya es definitivo. Mi idea actualmente, si todo va como debe, es ser profesor de secundaria de Historia. Eso me daría una estabilidad económica y me permitiría seguir investigando y escribiendo.

Vicente es un ejemplo de cómo, al final, la vocación se impone y, en su caso, además con un futuro prometedor lleno de proyectos.

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