Buenas tardes. Vaya follón hoy en las tiendas. Madre mía. La gente debe comer como si estuvieran poseídos porque esto no es normal. Menos mal que yo sólo necesitaba pan y en la panadería no había nadie. Pero delante de la frutería una cola que no veas. Y por lo visto en el Alcampo de la Vaguada una cola de esas para estarse ahí 3 horas. Estamos locos.
Como os prometí ayer voy a empezar la última parte de mi vida con la farándula.
Al terminar la carrera, y gracias a Carlos G., surgió la oportunidad de trabajar en el departamento de programas infantiles. Se estaba preparando un nuevo programa infantil, ‘La Mansión de los Plaff‘ y yo iba a trabajar en ese programa. En principio mi labor iba a ser más de investigación y relacionada con mis idiomas y, de hecho, traduje el primer guión para enviarlo a la televisión alemana. Para los que no conozcáis el programa: una familia un poco extraña vivía en una mansión en la que pasaban (pocas) cosas. La música clásica, la pintura eran elementos importantes dentro de las historias que se centraban más en la estética que en la acción. Cuando ya se iba a empezar a grabar me encargaron una sección dentro del programa, el ‘Epílogo‘ presentado por la ‘cartera’ . La cartera era María Luisa Seco y, al final del programa, explicaba algo relacionado con alguna pieza musical, un cuadro, etc. Si pincháis aquí podréis ver mi primer guión. La verdad es que el elenco del programa era muy bueno, liderado por María Fernando de Ocón y Valeriano Andrés. Tengo que decir que María Luisa era una persona estupenda. He conocido a pocas como ella. SI queréis saber la verdad: demasiado buena. Se volcaba para ayudar a todo el mundo. Durante el tiempo que duró el programa pasábamos mucho tiempo juntas, tanto en televisión como fuera y nos lo pasábamos estupendamente. Al mismo tiempo que estaba en los ‘Plaff’ seguía en ‘Continuidad’, en aquella época eran las personas encargadas de dar el avance de la programación, pedir disculpas si había habido algun fallo, etc. Mientras esperaban a dar la entrada a algún espacio estaban todas en una habitación minúscula donde se pasaban las horas. Luego la parte que se veía en televisión la grababan solas en otro cuchitril frente a una cámara. María Luisa, que presentab la programación infantil, siempre preparaba el fondo con dibujos que le habían mandado los niños. Muchas veces le decían ‘Tienes dos minutos’ y justo antes de entrar ‘Que no, que tienes cinco minutos’. Era increíble como improvisaba y llenaba esos minutos que en televisión se te hacen eternos. Era una profesional excelente. Y hasta aquí puedo leer.
Ahora os dejo los ‘minutos musicales’, esta vez con mi cantante superfavorito del mundo, Neil Diamond, y un recuerdo del ayer. Je, je.
Ah, y no vaya ser que se me olvide: mi canción favorita de Eurovisión. A ver si la conocéis.