Museo Lázaro Galdiano

El Museo Lázaro Galdiano se encuentra en la calle Serrano, 122 en lo que fue la vivienda de José Lázaro Galdiano y su esposa, Paula Florido y Toledo. De hecho cuenta con el ascensor original.

Lázaro Galdiano fotografiado por Franzen

Un coleccionista

José Lázaro Galdiano nació en Beire, Navarra en 1862. Estudió leyes en varias universidades y comenzó a escribir artículos como crítico de arte y periodista en Barcelona.

Durante su participación en la Exposición Mundial de 1888 conoció a la escritora Emilia Pardo Bazán, que le introdujo en los círculos intelectuales de Madrid.

José Lázaro Galdiano y Paula Florido, ©Museo Lázaro Galdiano

Ese mismo año vino a Madrid, donde fue miembro del Ateneo desde 1912 hasta 1918 y también del museo del Prado. Era un gran defensor del arte español y pensaba que mencionado arte no debía salir del país. Por eso intentó encontrar todas las piezas de arte español que hubiera en otros países y traerlas de regreso a España.

Jardín del palacio, ©RCastañeda

Aunque probablemente fuera uno de los hombres más ricos del país en su momento, no fue aceptado por los nobles que no le consideraban digno de ser miembro de sus organizaciones. Quiso ser miembro de la Real Academia de Bellas Artes, pero su petición fue rechazada por esto.

©RCastañeda

En 1889 fundó La España moderna, una editorial que publicaba una revista del mismo nombre. Los más importantes escritores de la generación del 98 escribieron en esta revista: Unamuno, Clarín, Pérez Galdós o Menéndez y Pelayo. También autores extranjeros como Dostoievsky, Tolstoy, Balzac o Zola escribieron artículos para su revista. Publicó también muchos libros y revistas.

Colección de esculturas en bronce, ©RCastañeda

En 1903 se casó con Paula Florido y Toledo, una rica viuda argentina, que había perdido ya a tres maridos anteriores. A ella también le gustaba mucho el arte y ambos comenzaron a viajar por el mundo comprando todo tipo de obras de arte.

Armería, ©RCastañeda

Paula murió en 1932 y Lázaro Galdiano la sobrevivió tanto a ella como a sus tres hijastros. Durante la Guerra Civil española se exilió en Paris y Nueva York donde continuó ampliando su colección. Tras la guerra volvió a Madrid donde moriría en 1947, después de dejar su colección al Estado.

A lo largo de su vida coleccionó más de 12.000 piezas de todos los tipos y estilos, pero todas de arte clásico. No le gustaba el arte contemporáneo y sobre todo prefería arte español.

El palacio, que se encuentra en la calle Serrano 122, fue construido por el arquitecto José Urioste en 1903 y después remodelado por Joaquín Kramer y Francisco Borrás, todos ellos bajo la directa supervisión de Lázaro Galdiano.

Vista del salón de baile, ©RCastañeda

Urioste era un arquitecto afamado, ya que había diseñado el pabellón de España en la Feria Mundial de Paris de 1900. Defendía un estilo que trataba de evocar los días magníficos de la monarquía española en contraste con las corrientes francesas de moda en aquel momento. Esta idea de regeneración nacional gustaron a Lázaro Galdiano, pero tras varios proyectos presentados por Urioste, no le gustó ninguno y pidió a Kramer que finalizara el trabajo. También con éste tuvo problemas y al final Kramer se negó a seguir trabajando para el. Borras ya había trabajado para Lázaro Galdiano construyendo el edificio al lado del palacio que era sede de la editorial  La España Moderna, así finalmente fue el encargado de terminar con la obra.

Objetos religiosos, ©RCastañeda

El palacio se comenzó a construir el mismo año que Lázaro Galdiano se casó con Paula Florido y Toledo, por lo que le puso el nombre de su mujer, Palacio de Parque Florido.

Es de estilo neo-renacentista con algunos elementos clásicos. Los techos fueron decorados por Eugenio Lucas Villamil con imágenes relacionadas con el uso que se iba a dar a cada habitación.

Techo de la sala de música, ©RCastañeda

El palacio se terminó en 1909 y fue un famoso lugar de reunión para intelectuales y artistas de la época. Se le consideraba un ejemplo de casa de persona noble en los días de Alfonso XIII.

Se inauguró en 1951 mostrando parte de las colecciones legadas por Lázaro Galdiano al Estado Español. En 1948 se creó la Fundación Lázaro Galdiano que lo gestiona. Además se ocupa de su biblioteca, un archivo, un Gabinete de Estampas y Dibujos y edita la revista de arte ‘Goya’.

Vista general, ©RCastañeda

La colección consta de 12.600 obras de las que están expuestas más de 3.000.

En principio fue una ‘casa-museo’, pero en 2004 se hizo una reordenación del museo queriendo dar más relevancia a las obras. Se conservan tanto la marquetería de los suelos, la decoración de los paramentos como las pinturas de los techos, obra de Eugenio Lucas Villamil. Tanto él como su padre fueron copistas de Goya. No se trata de frescos, sino de lienzos pegados al techo. Las pinturas de los techos están siempre relacionados con la actividad a la que estaba dedicada la sala en cuestión.

El Museo Lázaro Galdiano está ubicado en las 4 plantas del edificio.

Planta Baja: El Coleccionista y la colección

Sala 1: Lázaro Galdiano. Vida y Obra

Esta sala está dedicada al creador del museo, Lázaro Galdiano, presentando objetos personales. La planta, en general, es una breve introducción a lo que veremos en las plantas superiores. Cabe destacar la gran admiración que tenía por Francisco de Goya de manera que compró lienzos y dibujos e, incluso, cinco cartas autógrafas. Lázaro Galdiano no sólo se preocupó de coleccionar todo tipo de objetos de arte, sino también de conservarlos.

Luis de Góngora por Velázquez (réplica), siglo XVII , ©RCastañeda

Sala 2: Aportación a la Historia del Arte Español

Lázaro Galdiano tuvo un gran interés por el patrimonio artístico español, hecho que queda patente en su colección dedicada a este arte. Mostró especial interés por los retratos de hombres ilustres de la pintura. Su objetivo era que la colección sirviera como referencia para conocer la importancia del arte español.

Encontramos en esta sala tanto pinturas, como marfiles y una selección de piezas arqueológicas.

María Luisa Gabriela de Saboya por Miguel Jacinto Meléndez, siglo XVII, ©RCastañeda

Sala 3: La belleza como pretexto

La sala muestra objetos que, por su propia belleza, llaman la atención de cualquier coleccionista. La elección de los objetos se realiza desde el punto de vista subjetivo del mismo. Para Lázaro Galdiano la belleza formal era de gran importancia.

Cristo Niño entre los doctores de Diego de la Cruz, siglo XVI, ©RCastañeda

Sala 4: La cámara del tesoro

Se exponen en esta sala casi 500 objetos de joyería, platería, cristal de roca, jaspe, ágatas… pertenecientes a los siglos III a.C. hasta la comienzos del siglo XX. Podemos destacar la espada de Iñigo López de Mendoza, conde de Tendilla, que le regaló el papa Inocencio VIII en 1486.

En primer término la espada de Iñigo López de Mendoza , ©RCastañeda

Sala 5: Arte europeo traído a España

Esta sala ofrece una muestra de lo que veremos posteriormente en las plantas superiores. Son obras europeas adquiridas por Lázaro Galdiano que pensaba haría elevar el nivel cultural del país. Tenemos obras representativas de la escuela inglesa, flamenca y alemana como la ‘Crucifixión‘ del Maestro de los Nimbos Pintados. Una vidriera de ‘San Miguel pesando las almas‘ del siglo XVI atribuida a Antonio da Pandino. Llama la atención también la escultura de Michelangelo Naccherino, siglo XVII, de ‘Cristo atado a la columna‘.

San Miguel pesando las almas dde Antonio da Pandino, hacia finales siglo XV. ©RCastañeda

 

Planta Primera: Arte Español

Sala 7 y 8: Arte español de los siglos XV y XVI

La sala 7 fue originalmente el salón de honor del palacio. José Lázaro Galdiano tuvo gran interés por las tablas góticas y renacentistas de los siglos XV y XVI que sus coetáneos consideraban como un ‘arte bárbaro’.

Tríptico del Nacimiento por García del Barco, siglo XV,©RCastañeda

La sala 8 era la sala de música y podemos ver en el techo retratados a los músicos preferidos de Lázaro Galdiano, presidiendo la pintura Wagner, junto a Beethoven, Liszt, Chopin, Rossini y Verdi. Tenemos en esta sala tres tablas del Maestro de Astorga, dos dedicada al apóstol Santiago y la tercera al ‘Nacimiento de Cristo con Santo Domingo y San Lorenzo‘.

Entrada en el Arca de Noé de Jan Brueghel el Joven, siglo XVII, ©RCastañeda

Sala 9: La imagen femenina en los siglos XVI y XVII

Encontramos aquí una serie de retratos de corte destacando el ‘Retrato de dama‘ atribuido a Sofonisba Anguissola pintado hacia 1580, una de las pocas pintoras reconocidas en su época. Era esta sala la entrada o recibidor al palacio del matrimonio Lázaro Galdiano por lo que es una de las más elaboradas ya que sería lo primero que vería el visitante. En su techo se representó a Goya entre sus modelos, un homenaje de Lázaro Galdiano a su pintor favorito. La entrada principal daba a la calle Claudio Coello.

Retrato de Eleonora de Medici (?), atribuido a Sofonisba Anguissola, hacia 1580, ©RCastañeda

Sala 10 y 11: Arte español de los siglos de oro

Queda patente en esta sala el gusto de Lázaro Galdiano por la pintura española de los Siglos de Oro con cuadros de Ribera, Murillo, Zurbarán o El Greco. Tenemos precisamente de El Greco la pintura ‘San Francisco de Asís‘ y de su hijo, Jorge Manuel Theotocopuli el ‘Noli me tangere’.

San Francisco de Asis de El Greco, 1577-80, ©RCastañeda

Hay que destacar el pequeño cuadro ‘Cabeza de mujer‘ de Velázquez, los retratos de Carreño, el ‘San Bartolomé’ de Ribera o la ‘Santa Rosa de Lima’ de Murillo.

Cabeza de mujer de Diego Velázquez, hacia 1624, ©RCastañeda

 

Sala 12: El retrato español de los Siglos XVIII y XIX

Esta sala era el antiguo salón de baile y se encuentra presidido por un retrato de Gertrudis Gómez de Avellaneda pintada por Federico de Madrazo en 1857. Vemos también varias obras realizadas por Vicente López, como el retrato de la ‘Infanta Luisa Carlota‘ y dos bocetos para retratos oficiales de Fernando VII. De Zacarías González Velázquez el retrato de su sobrina ‘Manuela tocando el piano‘ y el retrato de la señora de Carsi pintado por Bernardo López.

Gertrudis Gómez de Avellaneda por Federico de Madrazo, 1857 , ©RCastañeda

Sala 13: Goya y sus contemporáneos

En esta sala Lázaro Galdiano tenía expuestas sus tablas góticas y hoy alberga las obras de Francisco de GoyaEl aquelarre‘ y ‘El Conjuro‘, también conocido como ‘Las brujas’. Ambas fueron en su día parte de la colección de los duques de Osuna. El primer boceto para el cartón ‘La era‘ realizado por Goya para la Real Fábrica de Tapices y los bocetos de ‘Santa Isabel‘ y ‘San Hermenegildo‘.

Colección de marfil, ©RCastañeda

Encontramos también un curioso cuadro de Luis Paret y Alcázar, ‘La tienda‘ de 1772 que nos muestra la tienda de tejidos que tenía el italiano José Geniani en la calle de la Montera. Este cuadro fue pintado para el infante Don Luis.

La Tienda de Luis Paret y Alcázar, 1772,©RCastañeda

Sala 14: Arte español del siglo XIX

 

Era este salón el antiguo despacho-biblioteca de Lázaro Galdiano. En el techo podemos ver al bibliotecario de Felipe II, Arias Montano con la Biblia políglota en sus manos y rodeado de otros escritores y pensadores. Es un claro reflejo de la importancia que tenía para Lázaro Galdiano su biblioteca en la que logró reunir más de 20.000 volúmenes.

Eugenio Lucas Velázquez. Autorretrato hacia 1860, ©RCastañeda

En el siglo XIX las Academias y Escuelas de Bellas Artes sustituyeron a los talleres de los pintores como escuelas de aprendizaje de los futuros pintores. Se ofrecía una visión rígida del arte que contrastaba con la forma más libre y expresiva que encontramos en las obras de Goya.

Eugenio Lucas Villamil, pintor de los techos del palacio. Autorretrato con traje claro, 1910, ©RCastañeda

Hay aquí obras de Leonardo Alenza, Antonio María Esquivel, Bernardo López, Federico de Madrazo, Balaca, Pérez Villaamil o Emilio Sala, pero sobre todo de Eugenio Lucas Velázquez y Eugenio Lucas Villamil, este último autor de las pinturas en los techos del palacio.

Planta Segunda: Arte Europeo

Durante sus estancias en el extranjero, Lázaro Galdiano adquirió numerosas obras de arte de las diferentes escuelas europeas.

Sala 16: Escuela italiana de los siglos XV al XIX.

Entre las obras expuestas debemos destacar una de las obras maestras del Museo, la tabla ‘Salvador adolescente‘ pintada por uno de los discípulos de Leonardo da Vinci, seguramente Boltraffio. Además podemos ver pinturas de Caballino, Ferrari, Magnasco o Samachini.

El Salvador adolescente atribuído a Giovanni Antonio Boltraffio a partir de un diseño de Leonardo da Vinci, finales siglo XV, ©RCastañeda

En las vitrinas se exhibe parte de la colección de bronces, destacando los realizados por Juan de Bolonia.

Gabinete de Miniaturas

Ubicado en esta segunda planta este gabinete nos muestra una buena representación de miniaturas inglesas, francesas y españolas pintadas, principalmente, sobre marfil. Además hay pequeños retratos realizados por Sánchez Coello o Juan Carreño de Miranda.

Es curioso observar que en el techo se han pintado solo mujeres, entre ellas aparentemente una tenista.

Techo de la sala de billar. A la derecha la tenista, ©RCastañeda

Sala 17: Escuela flamenca de los siglos XV al XVII

En esta sala se encuentra una de las joyas del museo, ‘Meditaciones de San Juan Bautista‘ de El Bosco en la que el artista representó a San Juan evitando las tentaciones terrenales. Señala con el dedo al ‘Cordero Místico’ que le llevará al camino de salvación. Al lado del cuadro podemos ver una radiografía hecha al mismo y que muestra que en el lugar de la planta había antes una figura humana, la del donante o comitente.

Meditaciones de San Juan Evangelista de Hieronymus Bosch, El Bosco, finales del siglo XV, ©RCastañeda

Hay un maravilloso escritorio flamenco en el que vemos pintado en el frente de los cajones e interior de las puertas una parte de la historia de la ‘Metamorfosis‘ de Ovidio.

Sala 18: Escuela alemana de los siglos XV al XVIII

En lo que era uno de los antiguos gabinetes de la familia tenemos un cuadro de Lucas Cranach el ViejoEl Niño Jesús vencedor de la Muerte y el Pecado‘ al lado del ‘Calvario‘ de Lucas Cranach el Joven mostrando ambas obras el significado ejemplarizante del Evangelio. En esta sala se exhiben también importantes bodegones de la escuela holandesa como los pintados por Marrel y Roepel.

El Niño Jesús vencedor del Demonio, la Muerte y el Pecado por Lucas Cranach el Viejo, 1530-40, ©RCastañeda

Sala 19: Escuelas inglesa y francesa de los siglos XVII al XIX

Esta sala es de gran importancia puesto que el Museo Lázaro Galdiano es actualmente el único museo español que cuenta con una obra del pintor inglés John Constable. En este caso se trata de ‘El camino de East Bergholt a Flatford‘ de 1812.

El camino de East Bergholt a Flatford de John Constable, 1812, ©RCastañeda

La escuela inglesa era la favorita de Paula Florido y la mayoría de las obras fueron adquiridas a principios del siglo XX. Se trata sobre todo de retratos y paisajes.

Encontramos también en esta sala una magnífica colección de relojes.

La escuela francesa se encuentra representada por pinturas, muebles, platería, esmaltes, cerámica, etc.

Planta Tercera: El Gabinete del coleccionista – Una colección de colecciones

En esta planta encontramos ejemplos de las colecciones no expuestas en las otras plantas como medallas, numismática, armas, tejidos, esculturas, cerámica, vidrio, objetos arqueológicos, tejidos o esmaltes. Son ‘almacenes visitables’, porque debajo de las vitrinas tenemos cajones que se pueden abrir mostrando más objetos de las colecciones de Lázaro Galdiano.

La colección textil es una de las más importantes que poseía Lázaro Galdiano. Encontramos sedas hispanomusulmanas, persas, chinas, japonesas, valencianas…. La exposición es rotativa y va cambiando cada dos o tres meses por motivos de conservación debido a la sensibilidad de las piezas.

Vajilla de Lázaro Galdiano y su esposa Paula Florido, ©RCastañeda

El Museo Lázaro Galdiano es un claro ejemplo de lo que eran los coleccionistas y amantes del arte del siglo XIX y comienzos del XX. Su pasión por poseer objetos bellos y por mostrarlos nos permite hoy en día disfrutar de todas estas obras que quizás de otra manera habrían caído en el olvido.

San Bartolomé, atribuído a Murillo, siglo XVII, ©RCastañeda

El museo está abierto de 10:00 a 16:30 todos los días (domingos hasta las 15:00), salvo los martes en que está cerrado. Organiza también exposiciones temporales y talleres tanto para adultos como niños.

Fotografías: Rafael Castañeda Fotografía

Fuentes: Guía breve del Museo Lázaro Galdiano, vv.aa., Fundación Lázaro Galdiano, 2015
Visita al museo

 

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