Libertad de pensamiento y expresión
Desde la Plaza de Cánovas del Castillo, en la que encontramos la fuente de Neptuno, subiendo por la izquierda pasamos el
Hotel Palace. Antes de llegar a las Cortes (a mano derecha) tenemos a la izquierda la calle del Prado. Es una calle bastante estrecha con varios anticuarios, algunos hoteles de categoría y bares interesantes.
A la derecha tenemos el Ateneo de Madrid.
El Ateneo es una sociedad privada. Tras el regreso de Fernando VII a España y la abolición de todas las mejoras políticas y sociales por su parte, un grupo de personas pensó que había que establecer un movimiento liberal en España. Pensaron que esto debía hacerse a través de discusiones abiertas y debates. Por eso el Ateneo tenía que defender la libertad de pensamiento y de expresión.
Cuando la monarquía absoluta se hubo restablecido, estos liberales fueron a Londres y fundaron el Ateneo Español allí.
Varias ubicaciones
Al regresar, continuaron con su actividad en el nuevo Ateneo. El Ateneo nos recuerda claramente el aspecto de los clubs ingleses. Además, durante mucho tiempo el acceso estuvo vetado a las mujeres y aun después, fueron pocas miembros del mismo.
Primero el Ateneo se ubicó en el Palacio de Abrantes, la Plaza del Angel, etc. hasta que vino a la calle del Prado, 21.
El edificio actual fue diseñado por los arquitectos Fort y Landecho. Es de estilo modernista y tiene un auditorio magnífico. Desde fuera vemos que apenas hay espacio para la puerta de entrada y un balcón. Sin embargo por dentro el Ateneo ocupa toda una manzana. En la fachada vemos tres medallones con las efigies de Cervantes, Alfonso X y Velázquez.
Desde que Antonio Cánovas del Castillo lo inauguró en 1884, muchos personajes ilustres han sido presidentes del Ateneo, incluyendo a Unamundo o Manuel Azaña.
En el Ateneo podemos ver la galería con cuadros de sus miembros, autores y políticos relevantes. También encontraremos diferentes símboles masónicos. Si observan bien las paredes, veremos que esconden puertas secretas, que parecen parte de la decoración.
Salón de actos y la biblioteca
Hoy en día el Ateneo celebra muchos actos públicos como presentaciones de libros, conferencias, conciertos, etc. Siempre está abierto a la conversación y el debate.
Hay cuatro salas de conferencias con capacidad desde 40 a 300 personas. El salón de actos cuenta con una bóveda pintada por Arturo Mélida.
El salón de la Cacharrería era la zona habitual de las tertulias. Parece ser que el nombre proviene del alboroto de voces que solía haber en esta sala. Sigue habiendo tertulias hoy en día en las que se discute de los temas más diversos.
En la calle Santa Catalina, 10 está la sala de exposiciones. Pertenece al Ateneo desde 1920 y está dedicada a exposiciones de arte.
El mayor tesoro del Ateneo es su biblioteca. Tiene, sobre todo, obras del siglo XIX y principios del siglo XX sobre todo tipo de temas y en varios idiomas. Para entrar es necesario ser miembro del Ateneo. En casos especiales puede conseguirse un pase para uno o tres días.