Estado de alarma. Dia 1

Pues nada. Aquí estamos. En casita e intentando rellenar el tiempo libre (que no vacaciones) que tenemos.
Yo he decidido aprovecharlo y hacer una limpieza general en casa, que falta le hace. Parece mentira la cantidad de polvo que se acumula. Sobre todo en lo alto de los armarios y estanterías. Pasas el trapo y se te tiñe el pelo de gris. No pretendo dejar la casa  como los ‘chorros de oro’, porque eso tengo claro que es imposible, pero por lo menos adecentarla un poco. Lo que se acumula es impresionante. Y eso que el año pasado tiré un montón de cosas. Los paseos al ‘punto limpio‘ eran diarios. Pero aun así queda mucho por quitar.
¿Qué tal se os da limpiar los cristales? A mi fatal. No hay forma de quitar el rastro del trapo sobre el cristal. Se ve que no es lo mío. Pero, bueno, no se puede ser buena en todo, vamos digo yo. Lo seguiré intentando. Igual en estas dos semanas aprendo a hacerlo.
Pero hablemos un poco, solo un poco, del tema de actualidad: el coronavirus. Estoy hasta las narices de tanto video con consejos que nos están volviendo locos. Que si soy médico y estoy en Milán, que si soy enfermera y estoy en Madrid, que si soy la vecina del 5º y estoy en el Mercadona….. por Dios, que agobio. Y luego vete a saber si son lo que dicen ser. Lo que está claro es que consiguen que sus videos y mensajes hablados circulen.
Ayer me mandaron un whatsup con una noticia que parecía ser de elperiodico.es y que hacía referencia a la zona donde vivo: que había 10 casos del virus. Bueno, pues era falsa. Ahí lo teneís. Hay que tener muchísimo cuidado con las noticias que nos llegan. Parece ser que hay humanoides que no tienen otra cosa que hacer que inventarse noticias falsas no se para qué. Ya solo atiendo a lo que dicen de forma oficial. Lo demás….. a la ‘papelera’.
Esta mañana fui temprano al Mercadona de aqui al lado. A comprar limpiacristales y unas cervezas. Pues con las mismas me tuve que volver. A las 9:20 había una cola de al menos 10 personas por caja con los carros hasta arriba. Increíble. Luego he vuelto a media mañana y ya la situación se había normalizado. Me gustaría agradecer a todos los reponedores lo que están haciendo estos días, porque los pobres no paran desde primera hora.

Estanterías de la carne en Alcampo el martes pasado

Y yo me pregunto: ¿qué hace la gente con tanto papel higiénico? Ya habreís visto que están circulando chistes por las redes, pero aun así no llego a comprenderlo. ¿Se empapelarán las casas? Desde luego lo que queda claro es que la gente tiene sitio en casa, porque entre el papel y la comida, en algún sitio la tienen que meter, digo yo.
El martes por la tarde fui al Alcampo de la Vaguada a comprar filtros para el café. Era ya a última hora de la tarde y al aluvión había pasado. Como siempre las cajas de la planta baja tenían cola, pero como lo mío estaba arriba, sin problemas. Las estanterías de la carne estaban vacías, las de celulosa también, y las del papel higiénico….. qué os voy a decir. Un desierto. A ver si entre todos nos explicamos este afán por pillar papel higiénico. Igual hacen luego una película. No me extrañaría. Será de terror, seguro.
Otro tema que me alucina es toda esa gente que pasa del virus como si no fuera con ellos. No tenemos que ir a trabajar, pues, ¡hala! a tomarnos unas cañitas. O a hacer rápidamente las maletas e irnos a la playa. A ver si esparcimos el viris por allí para que luego no digan

Estanterías del papel higiénico en Alcampo el martes pasado

que los madrileños somos centralistas. Aunque también hay que reconocer que inmediatamente nos han acusado de llenar las playas sin saber si la gente que hay allí es de Madrid o de Alcorconejo de Abajo que está en Extremadura, pongo por ejemplo. Mira que nos tienen manía por ahí. ‘Ya están aquí los de Madrid’. Como si fueramos una peste cuando bien que les llenamos el bolsillo y les ayudamos a hacer ‘su agosto’ en cualquier momento del año. En fin, que sepaís que yo no cambio Madrid por nada, asi que si me tengo que quedar aquí. Me quedo. Y tan a gusto.

Bueno, para ser el primer día ya he contado bastante. A ver qué tal mañana. Os tengo al tanto. Y ya sabeís: todos en casita. Hasta mañana.

Deja una respuesta