Hola a todos. Aquí estamos empezando otra semana más. Y con cambio de tiempo, que hoy hace un fresquete….
No se cómo me las arreglo, pero entre pitos y flautas me da tiempo a la mitad de cosas que tengo que hacer. ¿Cómo me las arreglaba antes, cuando encima trabajaba fuera? Es un misterio. Ahora tenemos la posibilidad de seguir clases de Pilates, sevillanas, mantenimiento, etc. online. Pues no veo cómo me las voy a arreglar…tendré que bailar mientras hago la comida. Voy a tener que empezar a priorizar, a ver si puedo.
Por si os interesa: ya me puedo recoger el pelo en una mini-coleta, asi que de aquí a unos meses voy a estar como Lady Godiva, aunque no creo que me pasee por la Castellana a caballo (si acaso en bici – siempre que esté desinfectada).
Un segundo, que me voy a fumar un pitillo. Ahora vuelvo.
Ya estoy aquí. A que no he tardado nada. Estaba pensando en las cosas que me llamaron la atención cuando nos vinimos a vivir a España, y una de ellas fueron los curas con sotana. Yo estaba acostumbrada a verlos con lo que aquí se llamó el ‘clergyman’ o ‘clerimán’ y me chocó mucho ver a hombres con faldas. Y lo que ya me pareció horrible es ver a los niños besarles la mano. Me parecía asqueroso dar un beso a una mano peluda. Ya véis como a veces cosas pequeñas te impactan tanto. De otras muchas cosas ni me enteraba. Al ir al colegio alemán, de hecho, vivíamos como en una isla dentro del país. En el colegio teníamos delegados de clase, incluso en los últimos años un delegado ‘principal’ votado por los todos los demás delegados que tenía reuniones con los profesores. Publicábamos una revista (que llegó a censurarse alguna vez). Los mayores fumaban en los servicios y cuando se abría la puerta salía una humareda que no veas. Estaba prohibido fumar, pero, ya se sabe….. Eso si, cuando entraba el profesor en clase nos poníamos en pie. A partir de lo que era 6º de bachillerato el profesor te tenía que llamar de ‘Usted’, lo que, aunque parezca mentira, cambiaba la relación un montón. No tengo ni idea cómo será ahora.
El delegado tenía la llave de la clase que se cerraba durante el recreo. Un día nos encerramos por dentro antes de la clase de Religión y nos pusimos todos cerca de la puerta para que nos pudiera ver desde la escalera. Claro, cuando vino el cura no pudo abrir la puerta y se fue a por el director. Rápidamente nos sentamos en nuestros sitios después de abrir la puerta y pusimos cara de inocentes. Nos la cargamos igual. Los castigos solían consistir en hacerte ir por la tarde una o dos horas. Eso se llamaba ‘arresto’. Tenías que hacer algunos deberes especiales o simplemente estudiar. Hay que tener en cuenta que el horario del colegio era hasta las 15:00 horas como tarde, de forma que teníamos las tardes libres y tener que volver era una pesadilla.
Hoy he visto un artículo en el periódico sobre la captura del nazi Adolf Eichmann que fue en el 1961. Pues no os lo váis a creer pero me acuerdo de ver a ese tipo en la televisión en Alemania y que me daba miedo. Increíble cómo los niños tienen ese sexto sentido a veces para captar algo que va más allá de la imagen de una persona.
Vamos a terminar con algo movidito para entrar en calor . Un clásico, otro más clásico todavía, y este ya es de la prehistoria.