Hasta el 14 de enero de 2024 podemos visitar la última exposición dedicada al pintor en el 50 aniversario de su muerte en el Museo Thyssen-Bornemisza.
La muestra ha sido comisariada por Paloma Alarcó, jefe de conservación de Pintura Moderna del Museo . Se exponen 40 obras de las que 22 son de Picasso, 8 de ellas del propio Museo y que recorren varias décadas creativas, desde 1904 hasta 1934. Partiendo de esta base la comisaria de la exposición ha construido una trama en la que están todos los grandes temas del pintor:el arte, su vida y la historia. Aunque la exposición se compone sólo de 40 obras ha acertado en haber creado unos emparejamientos que no son predecibles.
La exposición se divide en tres partes:
- la iconofagia o, como también se le conoce: el canibalismo de Picasso, su capacidad para ‘devorar’ a otros artistas, para absorber la tradición, sobre todo española, y recreándola después; podemos ver así las mejores obras de los clásicos del Museo Thyssen ‘lidiando’ con las obras de Picasso. Es el apartado dedicado a ‘Picasso, visitante de museos’. Quería que los grandes maestros le contagiaran su poder creativo. Picasso va evolucionando y en cada momento se fija en un artista, pero nunca los abandona.
- Laberinto personal: en este apartado nos ocuparemos de ver cómo Picasso utilizaba la iconografía para expresar sus propios problemas personales, los amores y los odios, sus pasiones, ha contando su vida a través de su arte. Sus primeros tiempos felices con su mujer, Olga Jojlova, que desaparecen cuando conoce a Marie Thérèse Walter y le hacen entrar en el mundo de los mitos clásicos. Aparece la figura del Minotauro como su alter ego y su pinturas con más contenido erótico, sexual y violento.
- Ritos sagrados y profanos: finalmente nos enfrentamos a esa fascinación peculiar que Picasso sentía por lo sagrado, tanto en manifestaciones paganas como católicas; aquí Picasso nos habla de la época en que se encuentra, los años 30. Nota un avance de los totalitarismos y recupera la tradición católica y la fiesta de los toros, muy presentes desde su infancia. De esa mezcla de religión, toros y crucifixión surgirá ‘El Guernica‘ que podemos ver como un paso de Semana Santa.
Paloma Alarcó comentó que a pesar de las múltiples capas interpretativas de la obra de Picasso el pintor sigue siendo un misterio. Siempre quiso hacer ‘dialogar’ las obras de Picasso con las de otros grandes pintores con la idea de que en el arte no existe ni pasado ni futuro, sólo el presente. Picasso supo ‘diluir’ las fronteras entre la tradición y la modernidad. El se consideraba a si mismo como una especie de ‘chamán’ con esa fuerza creadora que no podía contener y como un intercesor entre pasado, presente y futuro. De esta manera logró borrar las fronteras entre ‘lo sagrado y lo profano’.
Los días 14 y 15 de diciembre tendrán lugar unas ‘Jornadas de arte en torno a Pablo Picasso‘ en el salón de actos del Museo. Participarán Guillermo Solana, Lola Jiménez-Blanco, Rocío Robles, Manuel Arias, Juan José Lahuerta, William Jeffett, Eugenio Carmona, Ger Groot y Paloma Alarcó.
La exposición puede visitarse de martes a domingo de 10:00 a 19:00 horas, los sábados de 10:00 a 21:00 horas y los lunes de 12:00 a 16:00 horas.