Desde la Puerta del Sol, a través de la calle del Correo accedemos a la Plaza del Marqués Viudo de Pontejos.
Correos
En el siglo XIX la Casa de Correos se encontraba en esta plaza. Actualmente el edificio pertenece a la Comunidad de Madrid.
En la calle de Correos estaba la entrada principal para los carruajes que traían la correspondencia. También solían llevar pasajeros. Como en aquella época, viajar no era algo frecuente, la calle del Correo se convirtió en una de las principales de la ciudad. La llegada, tanto del correo como de los viajeros, era motivo de reunión de curiosos. Se les recibía y se les despedía con gran algarabía.
Justo enfrente de la Casa de Correos está la Casa de Postas, donde se guardaban los carruajes.
El marqués viudo
Al lado de la Casa de Postas encontramos la plaza con un busto del Marqués Viudo de Pontejos. Fue alcalde de Madrid sólamente un año, de 1835 a 1836, pero introdujo multitud de cambios en la ciudad. Decidió que el km cero desde el cual debía contarse la distancia de todas las carreteras debía estar en la Puerta del Sol, organizó la numeración de las casas y terminó el Paseo de la Castellana.
La fuente fue instalada en la plaza en 1849.
Tanto la plaza como la calle del mismo nombre, siempre han sido zonas muy populares debido, sobre todo, al gran número de tiendas dedicadas a las labores. Todo aquel que busca telas, botones, lazos u otros complementos seguro que los encontrará aquí.
Fortunata y Jacinta
En el número 11 de la plaza está la casa en la que vivían los personajes de la novela «Fortunata y Jacinta» de Benito Pérez Galdós. Jacinta que por matrimonio pertenecía a una familia adinerada vivía en la planta principal. Estos pisos solían ser de techos altos y contar con gran número de habitaciones ya que en ellos vivía no sólo la familia, sino también el servicio. Hoy en día, prácticamente todos estos pisos se han dividido en apartamentos.
Fotografías: Rafael Castañeda