‘Balenciaga y la pintura española’ en el Museo Thyssen-Bornemisza

Hasta el 22 de septiembre de 2019 se podrá visitar en el Museo Thyssen-Bornemisza la exposición inaugurada ayer ‘Balenciaga y la pintura española‘. La presentación corrió a cargo de Guillermo Solana, director artístico del museo y Eloy Martínez de la Pera, comisario de la misma.

La exposición presenta 55 cuadros, tanto del propio museo como prestados, y 90 piezas de Balenciaga. Tal y como dijo Eloy Martínez de la Pera ‘145 obras de arte’.
Entre los cuadros destacan obras de Velázquez, Murillo, Zurbarán, Goya o Zuloaga. En cuanto a los vestidos y piezas de indumentaria, proceden del Cristobal Balenciaga Museoa de Getaria, el Museo del Traje de Madrid y el Museu del Disseny de Barcelona. Además muchas piezas son de colecciones particulares, por lo que no han sido expuestas antes.

La muestra cuenta con el apoyo de Herbert Smith Freehills y Las Rozas Village.
La exposición propone un recorrido cronológico. Las pinturas se encuentran acompañadas de vestidos relacionados con las mismas, ya sea por su volumen o textura, sus colores o formas o por los bordados.
Cristóbal Balenciaga (Getaria, 1895) era hijo de un pescador y una costurera.  Durante los veranos la familia de los marqueses de Casa Torres y, más concretamente,  Micaela Elío y Magallón, marquesa de Casa Torres y bisabuela de la reina Fabiola de Bélgica, impresionaba al pequeño Balenciaga con su distinción y ropas. Su madre trabajaba para la marquesa haciendo pequeños arreglos y Balenciaga la acompañaba. Un día se atrevió a pedir a la marquesa el poder ver su armario. Divertida, la marquesa accedió. Allí, en la residencia veraniega, Vista Ona (palacio Aldamar) Balenciaga pudo ver cuadros de los grandes maestros españoles como Velázquez, Goya o El Greco formándose su gusto estético. A los 12 años Balenciaga hizo el primer  vestido para la marquesa que lo lució el domingo siguiente para ir a misa. Balenciaga había entrado en la moda y en la alta sociedad por la puerta grande. Siempre fue el modista preferido por la familia Casa Torres, de ahí que el traje de boda de Fabiola saliera de su taller.

En los años 1920 Balenciaga ya había fundado establecimientos de moda en San Sebastián, Madrid y Barcelona. Como consecuencia de la Guerra Civil se trasladó a París en 1936 donde abrió su taller el año siguiente. Pronto fue uno de los diseñadores más relevantes del mundo de la moda y fue considerado el ‘rey de la alta costura‘.
Como dice el comisario de la muestra ‘con Balenciaga asistimos a un nuevo despertar del estilo español, ese que mezcla a partes iguales rigidez y formas grandilocuentes, ascetismo y complejidad.’ Destacan sus modelos por la sobriedad, la proporción, la coherencia y la atemporalidad. En su taller se formaron diseñadores como Givenchy, Emanuel Ungaro, Oscar de la Renta o Paco Rabanne.
Balenciaga estaba al tanto de la historia del arte español y reflejaba sus influencias en sus vestidos. En algunos casos podemos ver las lineas sencillas de un hábito religioso o una chaquetilla inspirada en el traje de un torero.

Viendo los cuadros en esta relación ‘arte-costura’ nos percatamos que, tal y como dijo Eloy Martínez de la Pera, ‘la moda siempre ha estado en los museos‘. Los ropajes de las princesas o reinas retratadas, con sus delicados bordados y puntillas, el color negro, tan característico de España desde tiempos de Felipe II, o los amplios vuelos de las faldas son muestra del interés de los artistas por mostrar la importancia de la ropa que llevaban los retratados.

La exposición parte de una primera sala, ‘Balenciaga y el arte‘ con cuadros que Balenciaga pudo haber visto en el palacete de los marqueses de Casa Torres.

Pasamos después a una sala dedicada a ‘El Greco’ con vestidos de un colorido espectacular y que recuerdan los colores utilizados por el pintor.

Es ahora el momento de la ‘Pintura española de corte: el negro‘ y la época de Felipe II que puso de moda el negro como muestra de poder y elegancia hasta llegar a la ‘Pintura española de corte: el bodegón‘ con sus llamativas flores que Balenciaga recoge en alguno de sus más conocidos modelos.

La siguiente sala, ‘Pintura española de corte: el bordado‘ donde los vestidos de los cuadros realmente ‘compiten’ con los diseños de Balenciaga y sus espléndidos bordados.

La siguiente sala está dedicada a ‘Francisco de Zurbarán‘, al que algunos consideran uno de los primeros diseñadores de moda por la forma en que muestra los tejidos y su movimiento.

En la sala dedicada a ‘Francisco de Goya‘ lo ‘goyesco’ incide en la estética de los vestidos y complementos y ya en la última sala dedicada a los ‘Siglos XIX y XX’ se impone la estética popular y regional de Getaria y San Sebastián que Balenciaga trasladaría a sus diseños más tarde. Encontramos aquí la capa castellana, los modelos inspirados en el mundo taurino o el maraviloso vestido de noche abullonado en tafetán rojo, tan parecido al que luce la duquesa de Alba, María del Rosario de Silva y Gurtubay en el retrato de Zuloaga.

La muestra quiere dejar patente lo que en su día dijo Christian Dior: ‘Con los tejidos nosotros hacemos lo que podemos, Balenciaga hace lo que quiere.’
La exposición puede visitarse de martes a domingo de 10:00 a 19:00 horas y los sábados de 10:00 a 21:00 horas.
Del 28 de junio al 31 de agosto: de martes a domingo de 10:00 a 21:00 horas y los domingos de 10:00 a 19:00 horas.

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