‘El gusto francés y su presencia en España. Siglos XVII-XIX’ en Fundación Mapfre

Hasta el 8 de mayo 2022 puede visitarse la exposición ‘El gusto francés y su presencia en España. Siglos XVII-XIX‘ en la sala Recoletos de la Fundación Mapfre. La muestra ha sido comisariada por Amaya Alzaga Ruiz. Se exponen 45 cuadros, 16 dibujos, 8 esculturas y 31 piezas de artes suntuarias y decorativas y objetos de uso cotidiano.

Charles y Henri Beaubrun
María Teresa de Austria y el Gran Delfín de
Francia´´, ca. 1664.
Óleo sobre lienzo, 225 x 175 cm.
Museo Nacional del Prado
© Archivo Fotográfico. Museo Nacional del
Prado. Madrid

Durante los dos siglos que abarca la exposición no podemos olvidar el propio contexto histórico y las relaciones entre Francia y España. Ambas culturas se entremezclan. En el siglo XVII, España pierde su poder político y económico que pasa a la Francia de Luis XIV. En 1648 se crea la Academia Real de Pintura y Escultura en París  que ayudará a propagar el nuevo estilo clasicista que refleja el poder y la imagen absolutista del monarca.

Jean Nocret
‘Retrato ecuestre del Delfín de Francia a los tres
años’, 1665
Óleo sobre lienzo, 187 x 152 cm.
Colección particular
Foto © Joaquín Cortés

Con la llegada de los Borbones a España a finales del siglo XVIII con Felipe V, lo francés llega a su máximo esplendor. Esta influencia llegará hasta principios del siglo XX. Como es lógico, tanto los nobles como los aristócratas coleccionaron piezas artísticas.

Jean-Honoré Fragonard
‘El sacrificio de Calírroe’, 1765
Óleo sobre lienzo, 65 x 81 cm.
Museo de la Real Academia de Bellas Artes de
San Fernando, Madrid.
Foto © Pablo Linés

La muestra se presenta en once salas. En las primeras podemos ver las primeras obras que llegaron a nuestro país durante el reinado del último rey de los Austrias, Carlos II. Después llegará la consolidación del gusto francés hasta la época de Isabel II, cuando España se convierte en centro del interés francés en la época del Romanticismo.

Siglo XVII. Las relaciones difíciles: retratos, intercambios y regalos. Coleccionsimo e influencia francesa.

Durante la época de Luis XIII y el cardenal Richelieu aumentaron los encargos artísticos y, por tanto, el mercado del arte. Tras el fallecimiento del rey, su esposa, Ana de Austria, hermana de Felipe IV mantuvo el interés por el arte y aumentó las relaciones con España.
Con Luis XIV, el Rey Sol, el arte sirvió para reforzar su poder absoluto. Al ser habitual los enlaces entre las familias reales, se producía el intercambio de regalos y, entre estos, también de obras artísticas. Tras la boda entre Felipe IV y María Teresa de Austria (fin de la Guerra de los Treinta Años) estos intercambios fueron todavía más frecuentes, no sólo cuadros, sino objetos de orfebrería, muebles, libros…..

Louis-Michel Van Loo
‘María Antonia Fernanda de Borbón, infanta de
España’, ca. 1737
Óleo sobre lienzo, 88,3 x 71,3 cm.
Museo de Bellas Artes de Asturias. Depósito de
la colección del IX conde de Villagonzalo
Foto © Marcos Morilla

Siglo XVIII: Llegada de artistas a la  España de los Borbones: La eclosión del gusto francés

Felipe V quiso traspasar a España lo que él conocía de Francia y como muestra tenemos La Granja de San Ildefonso en Segovia, un pequeño Versalles español y la Real Fábrica de Cristales, también en La Granja. Vinieron a España numerosos pintores franceses como Jean Ranc , Houasse o Van Loo. Se creó la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando.
Con Carlos IV la influencia francesa vivió su apogeo, sobre todo, por el gran interés del monarca en las artes suntuarias. Podemos destacar también su gran afición por los relojes.

François-Louis Godon y Joseph Coteau
‘Reloj de La Fuerza y la Prudencia’, ca. 1795-1800
Mármol, bronce, oro, porcelana, metal,
75 x 53 x 17 cm.
Colecciones Reales. Patrimonio Nacional,
Palacio Real de Madrid
© Patrimonio Nacional, Palacio Real de Madrid

Revolución francesa (1789-1815) e Imperio (1799-1815)

La Revolución francesa fijó la relevancia en la nobleza y la aristocracia. Ya no gustaba el arte frívolo y se prefería el estilo neoclásico.

Manufactura francesa
Indumentaria femenina compuesta
de vestido camisa y «spencer»
[chaquetilla corta o jubón], ca. 1810
Plata, seda, tafetán y sarga.
Museo del Traje, Madrid
© Museo del Traje. Centro de Investigación del
Patrimonio Etnológico, Madrid. Munio Rodil Are
Siglo XIX. La imagen romantica de España

España se puso de moda durante el Romanticismo como lugar exótico con sus gitanos, bandoleros o vagabundos. Aprovechando la desamortización de Mendizábal,  el rey Luis Felipe I de Orleans (1830-1848) se hizo, junto a otros artistas y nobles, con unas 412 pinturas españolas que formarían parte de una ‘galería española’ del Louvre. Vinieron a España pintores franceses para retratar esta España romántica como Delacroix, Pharamond Blanchard o Dauzats. Otra figura relevante de este momento es el duque de Montpensier, cuñado de Isabel II. Desde su ‘corte paralela’ en el palacio de San Telmo en Sevilla apoyó a artistas españoles y franceses.
Madrid se llenó de productos franceses de lencería, espejos o joyas. El gusto por lo francés duró todo el siglo XIX. Tengamos en cuenta que una española, Eugenia de Montijo, llegó a ser emperatriz consorte de Francia.

Jean-Baptiste Achille Zo
‘Vendedor de fruta en Sevilla’, ca. 1864
Óleo sobre lienzo, 116,3 x 89,6 cm.
Colección BBVA
Foto © David Mecha

Como cierre, la exposición presenta obras de Manet, Latour y Ribot.

La exposición puede visitarse los lunes de 14:00 a 20:00 horas; de martes a sábados de 11:00 a 20:00 horas y domingos y festivos de 11:00 a 19:00 horas.

Hay visitas guiadas de martes a jueves a las 11:30, 12:30 y 17:30 en grupos de un máximo de 10 personas.
Para más información visiten la página de la Fundación.

Alfred Dehodencq
‘Las hijas del duque de Montpensier’, ca. 1861
Óleo sobre lienzo, 160 x 101 cm.
Museo Nacional del Romanticismo
Foto © Pablo Linés

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