Mi personaje del mes: Eva Katharina Herber

Aunque Eva nació en Stuttgart, Alemania, podemos considerarla, sobre todo, madrileña. Veamos por qué vino a España.

MVyC: Eva, ¿realizaste tus estudios en Alemania?
EKH: Estudié la mitad de la carrera de empresariales en Reutlingen y luego la segunda mitad aquí en Madrid. Y desde entonces estoy aquí.

MVyC: ¿Por qué te quedaste? ¿Qué te llamó la atención de Madrid?
EKH: Primero Madrid como ciudad y luego todo el ambiente, cómo se vive aquí, la mentalidad me gusta mucho y el clima, claro. Y también porque aquí tenía la oportunidad de trabajar y estudiar al mismo tiempo gracias a la UNED. En Alemania, por ejemplo, habría sido mucho más difícil compaginar ambas actividades. Yo ya sabía que quería estudiar Psicología desde el momento en que salí  del mundo empresarial. Ese fue uno de los motivos para venir a Madrid. Luego empecé a trabajar aqui al mismo tiempo que estudiaba.

MVyC: ¿Siempre quisiste estudiar Psicología?
EKH: Más o menos a los 16 años estudiamos por primera vez Psicología en el instituto. Me gustó muchísimo pero siempre me decían que era muy difícil vivir de esta profesión, asi que no vi estos estudios como una opción real. Pero en un momento dado me dije: y ¿por qué no?

MVyC: ¿Cuánto años llevas ya dedicada a la Psicología?
EKH: Más o menos 11 o 12 años.

MVyC. ¿Siempre de cara a la empresa, es decir, psicología empresarial?
EKH: La verdad es que no. Casi desde el principio he tratado más bien casos individuales, de uno en uno, con pacientes en consulta. Volví al mundo empresarial porque tenía el contacto previo, conocía ese sector  y no tenía miedo. Muchos psicólogos tienen mucho respeto al mundo empresarial, a los ejecutivos y sus problemáticas. Para mi fue un poco como volver, pero desde otro punto de vista. Pensaba que tenía algo que aportar desde ‘el otro lado’.

MVyC: Ahora mismo ¿ a qué te dedicas más, a la empresa o al paciente individual?
EKH: Vamos a ver, un tercio es la empresa, un tercio es formación a psicólogos o estudiantes y un tercio las consultas. Trabajo en esos tres ámbitos.

MVyC: De estas tres actividades, ¿cuál te gusta más?
EKH: Realmente lo que me gusta es la mezcla. Creo que si hiciera sólo una de las tres actividades me faltaría algo. Las tres me aportan diferentes cosas. La formación a terceros me exige que esté pendiente de nuevas publicaciones, de las investigaciones que se están haciendo, luego esto lo puedo aplicar en las consultas individuales y, en el momento de trabajar con grupos en las empresas puedo comprobar la relevancia que tienen estos conocimientos en ambientes muy específicos. La verdad es que necesito las tres actividades. Todas me aportan algo.

MVyC: ¿Has notado algún cambio en cuanto a los problemas que te llegan  después de la pandemia?
EKH: Si. La verdad es que se nota mucho. Justo después de la pandemia hubo lo que en Estados Unidos se llamó ‘la gran resignación’. Muchas personas empezaron a dudar de su camino profesional. Hubo mucha necesidad de cambio. Creo que fue porque no supimos comprender bien lo que estaba pasando al estar tanto tiempo en casa. Empezamos a salir de la rutina y eso nos ayudó a darnos cuenta de muchas cosas. Nos permitió cuestionar lo que antes considerábamos normal. Pero también vimos un gran aumento de horas de trabajo, porque los límites entre casa y trabajo se difuminaron. Ya no teníamos que desplazarnos, pero también perdimos el contacto diario con los compañeros. Al principio se sentía como algo ‘genial’, pensábamos sobre todo en los beneficios, pero la misma situación creó fenómenos nuevos como la ‘fatiga de zoom’, más aislamiento y dificultades para desconectar. Al final el trabajo también nos aporta esa unión y el compañerismo y creo que hemos subestimado el impacto de la falta de contacto humano. Realmente dudamos del trabajo que tenemos o de la forma en que lo estamos llevando a cabo. Muchos de mis clientes no sabían si debían dedicarse a algo diferente. Para contestar a esa pregunta hay que volver a valorar lo que realmente te aporta en términos de crecimiento, contribuciones y conexión y si te permite usar tus fortalezas. Esa es la clave.

MVyC: Y ahora mismo ¿cómo estamos?
EKH: Creo que pasamos de tener cero contacto con los demás a darnos cuenta que nos faltaba justo ese contacto. Ahora hemos pasado al otro extremo y queremos todo a la vez. Lo más difícil siempre es mantener el equilibrio. Para ello ayuda pensar que no se puede tener todo al mismo tiempo, pero sí puedo tener todo lo que me importa. Y desde aquí elegir conscienteme qué elementos realmente nos aportan satisfacción y priorizarlos. No es cuestión  de estar siempre contento, sino de tener los pies bien en el suelo. Podríamos llamarlo ‘felicidad sostenible’.    Es perseguir un nivel estable, sin extremos.

MVyC: Donde has visto mayor problemática, ¿entre la gente joven o mayor?
EKH: No trato a adolescentes, pero sí se por compañeros que hay mucha problemática también en las familias, en las parejas. Han sufrido el desequilibrio de estar de repente todo el día juntos en un entorno con mucha incertidumbre. Ahora la idea de reconectar con los demás, como ya hemos comentado, ha creado mucha insatisfacción.
Entre los universitarios, muchos están muy perdidos.  Se han visto muy aislados durante la pandemia en un momento importante para su desarrollo y ahora están muy atrapados en el ‘fomo’ (fear of missing out), es decir, ‘miedo a perderse algo’. Por ejemplo, cuando están en casa descansando o estudiando, es decir, cosas normales, sienten una inquietud que les impulsa a hacer otra cosa. Hay que pensar que en la vida hay momentos para la actividad,  el descanso, estar solo o acompañado, etc. Es como si hubieran perdido la capacidad de moverse entre un estado y otro. Ya no saben lo que es normal, lo que es un camino equilibrado hacia el bienestar. Miran las redes y ven que todo es muy extremo. Saben que las redes no son la realidad, pero tampoco saben qué es real. Es una situación complicada.

MVyC: ¿Crees que es fruto del tipo de sociedad en que vivimos?
EKH: En parte sí. Vivimos en una sociedad bastante cómoda y todo lo que no es cómodo, por ejemplo, escuchar a alguien que lo está pasando mal, tener paciencia, resulta difícil. Muchos jóvenes no estan ‘entrenados’ para esto. Antes esto era algo normal. Tú tenías que esperar una semana antes de ver el siguiente  capítulo de una serie, por mucho que te apeteciera saber qué pasaba. Tenías que esperar a que te llegara la carta de quien fuera porque tardaba días. Ahora si no te contestan a un mensaje enseguida, ya te imaginas cualquier cosa. Esa inmediatez nos modela y, además, incluye mucho ‘impulso’. Esto no es algo que la gente joven esté buscando, es que han crecido en una sociedad así, es lo que conocen. Nosotros íbamos aprendiendo lo que era la realidad de la vida en nuestro día a día, ahora ellos tienen que aprenderlo de otra forma, prácticamente de forma autodidacta y eso requiere mucha voluntad. Este es un tema del que se habla poco, posiblemente porque es poco llamativo. ¿A quién le gusta escuchar ‘entrena tu fuerza de voluntad’?
Otro aspecto sería también lo relativo al ‘esfuerzo’. Si tenemos que hacer algo en tres pasos y no me sale  es porque el sistema no funciona, es decir, es culpa de otro  o me siento culpable por no saber hacerlo. Muchas veces ponemos nuestras expectativas demasiado altas y al no alcanzarlas llega la frustración y la ansiedad. Es posible que pensemos que alcanzar nuestras metas requiera menos esfuerzo del que en realidad necesita. Por ejemplo una buena nota en una asignatura implica estudiar, repasar, escuchar, volver a repasar. Aunque pensamos que tenemos una ‘técnica’ correcta para el estudio  igual media hora al día  no es suficiente para conseguir lo que queremos. Por lo menos para una mayoría. Los jóvenes han estado muy expuestos a esa idea de lo ‘fácil’ y será la propia vida la que les enseñe que las cosas no son así. Y eso va a implicar frustración. Pero hay que saber que si no consigo algo hoy, no significa que nunca lo consiga. Es algo que necesitan experimentar por ellos mismos.

MVyC: Cuando haces coaching en empresas ¿notas también esa diferencia entre personas jovenes y mayores a la hora de enfrentarse a los problemas?
EKH: Tuve una experiencia muy interesante hace poco. Hice coaching a 50 personas  de una empresa y eran de todo tipo: algunas llevaban 30 años en la empresa y otras  a lo mejor llevaban 10. Todos eran directivos. Veías que los jóvenes, que ya habían alcanzado un puesto alto, eran personas muy motivadas, perseguían el éxito y eran muy competitivos. Los que llevaban más tiempo  notabas que estaban a veces un poco desesperados por esa presión por los resultados. Me decían que si cuando entraron en la empresa hubiera sido así, igual no habrían aguantado. Aunque ahora les costaba, tenían la ventaja de no tener que llevar ese ritmo. El ritmo que llevan los jóvenes posiblemente no sea sostenible ni para ellos mismos. Evidentemente para la empresa es una situación genial ya que genera unos resultados espectaculares, pero yo me pregunto hasta qué punto se puede mantener ese nivel de exigencia. Los que llevaban más tiempo y todavía se sentían cómodos con ese ritmo eran los que habían creado una red de personas y querían los mismos resultados pero de una forma más humana, apoyándose mutuamente en el equipo, repartiendo responsabilidades. Es también una actitud más humilde: unos creen en el ‘si quiero puedo’ y otros en aportar sus conocimientos a un equipo porque solos no pueden. Fue muy interesante para mi porque vi como se desarrollaba una situación del ‘yo’ al ‘nosotros’. Al conocerte mejor puedes usar tus propias fortalezas y apoyarte en las de los demás que te complementan.

MVyC: He visto que también eres activa en las redes….
EKH: Tengo un canal en ‘youtube’ llamado ‘Impulsos positivos’ al que me dediqué sobre todo durante la pandemia. También estoy en ‘Instagram’, pero últimamente he priorizado el contacto directo con las personas. Sentía que las redes eran muy importantes durante la pandemia para estar en contacto, pero al final todo se vuelve superficial.  Este año me he desligado bastante y he vuelto a las consultas y formaciones presenciales y, sobre todo, al contacto con los compañeros. Pero aún así reactivaré ambos canales pronto.
En el IEPP (Instituto Europeo de Psiclogía Postiva) hemos lanzado un curso online muy interesante este año de ‘Experto en Coaching de Fortalezas’. Ha sido muy gratificante,

Os animo a que echéis un vistazo a las intervenciones de Eva en las redes y a su libro ‘Activa tus Fortalezas’, seguro que os resultan interesantes. Siempre podemos aprender algo nuevo y mejorar algún aspecto de nuestra personalidad.

 

En youtube: https://www.youtube.com/@impulsospositivos2102
En Instagram: evakatharinaherber
Web: www.fortalezasenaccion.es

 

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