Palacio de la Infanta Isabel, la Chata

El Edificio

Una vez que su sobrino, Alfonso XIII, hubo cumplido la mayoría de edad, la Infanta Isabel decidió abandonar sus dependencias en el Palacio Real e instalarse en un palacete del barrio de Argüelles.

Entrada, ©RCastañeda

En 1900 compró el palacete del Conde de Cerrajería, situado en la calle Quintana 7. El edificio había comenzado a construirse en 1886. Para adecuar la vivienda a su gusto contó con la ayuda de Enrique Repullés y Vargas, arquitecto mayor de la Casa Real. Siguiendo los deseos de la infanta, el interior fue realizado por artistas y artesanos españoles.
«La Chata» vivió en este palacio desde 1902 hasta 1931 cuando decidió acompañar a su familia al exilio. Tras su fallecimiento, cinco días después de llegar a París, el edificio fue deteriorándose.
Sufrió desperfectos durante la Guerra Civil siendo ocupado por fuerzas de ambos bandos.

Recibidor, ©RCastañeda

En 1942 fue comprado por el Ministerio del Aire y desde entonces alberga las dependencias del Cuartel General del Mando Aéreo General.
Gracias a esta circunstancia, su interior fue restaurado y se siguen manteniendo las pinturas de los techos, aunque el mobiliario original ha desaparecido. La puertas, las lámparas de bronce de los pasillos y los radiadores son los originales.

Recibidor, ©RCastañeda

La fachada del edificio, en ladrillo rojo y piedra, tiene dos torres en los laterales. El palacio tiene dos plantas y cuenta con una superficie de casi 4.000 metros cuadrados. Es de planta rectangular rodeando un patio central. En la zona izquierda del edificio vivía la camarera mayor de la Infanta, Lolita Balanzat.
A la calle Quintana dan los despachos, los salones y el comedor.

Entrada y recibidor

Se accede al palacio por la calle Quintana a través de una entrada para carruajes. Esta entrada da a dos escaleras contrapuestas. La escalera de la derecha da al recibidor. Éste tiene un mural pintado por José Garnelo y Alda representando la proclamación de los Reyes Católicos en Segovia.

Escalera,©RCastañeda

Escalera

Enfrente del recibidor se encuentra una escalera que originalmente era de mármol. A ambos lados podemos ver dos angelotes sujetando una lámpara cada uno.
En el techo hay una pintura de Mariano Benlliure representando varias provincias españolas, destacando Segovia, tan querida por la Infanta.

Techo de la escalera, ©RCastañeda

En la primera planta se encuentran las habitaciones a lo largo de un pasillo que rodea el patio interior. En la época de la Infanta se encontraban en este pasillo una colección de cerámica de Talavera y de Sevres.
Actualmente podemos ver trofeos y condecoraciones militares y retratos de los Tenientes Generales que han estado al mando de esta unidad. También hay una serie de fotografías de la Infanta.

Teatrillo

Es bien conocida la afición de la Infanta por las artes, especialmente el teatro y la música. Así en su palacete no podía faltar un pequeño teatrillo en que se representaban obras para diversión de la Infanta y sus invitados.

Teatrillo, ©RCastañeda

Actualmente esta sala está dedicada a Sala de Conferencias.
En el techo podemos ver personajes del teatro contemporáneo, algunos vistiendo trajes de época.

Comedor

Lamentablemente esta habitación quedó prácticamente destruida durante la Guerra Civil al caer una bomba que destrozó el techo y perforó el suelo.
La habitación fue reconstruida, pero no restaurada.


La lámpara que se encuentra en ella no es del palacio. Fue adquirida por el Ejército posteriormente. Es de cristal de Bohemia.

Salón del Trono

Era llamado Salón Azul.
En vez de una lámpara contaba con cuatro candelabros de pié.

Salón del trono, ©RCastañeda

La pintura del techo representa las 24 horas del día de una mujer y fue realizada por Emilio Sala.
Actualmente esta sala es utilizada para eventos especiales.

La Capilla

Esta capilla, que sigue usándose actualmente, consta de un pequeño altar con una imagen de la Virgen de Guadalupe comprada por el Ejército del Aire.
El altar tampoco es el original.

Capilla, ©RCastañeda

Sí se conservan las vidrieras superiores. La vidriera principal con una imagen de la Virgen de Loreto es posterior.

Vidriera. ©RCastañeda

Tanto en la vidriera como en la parte superior de la capilla hay una serie de líneas realizadas en pan de oro que producen el efecto de rayos de luz.
Detrás de la puerta encontramos una serie de interruptores antiguos. Desconocemos si son los originales.

Interruptores de luz, ©RCastañeda

Sala de Música

Es esta una de las estancias principales del palacio y de las que más disfrutaba la Infanta.

Sala de música, ©RCastañeda

En las paredes podemos ver retratos de 26 de los más importantes músicos de la época. Parece ser que debajo de cada cuadro se encontraba un recipiente con una partitura original de cada uno de los músicos.

Techo sala música, ©RCastañeda

En el techo hay una pintura de Benlliure.
Había cuatro farolas que ya no existen y cuatro lámparas de bronce bañadas en oro en las esquinas. El piano se encontraba donde ahora está la librería y frente a la chimenea que se encuentra ahora en lo que era el comedor.

Dormitorio

El dormitorio de la Infanta es actualmente un despacho. Es una estancia pequeña y sin adornos.

Pasillo, ©RCastañeda

El palacio es, sin duda, un edificio realizado para vivir en él cómodamente. Sus anchos pasillos, las habitaciones a los lados con grandes ventanas, hacen que resulte un lugar acogedor. Hay que destacar los radiadores que podemos ver en varias estancias y que aportaban el calor necesario durante el invierno.

Radiador, ©RCastañeda

Además contaba el palacio con un ascensor que subía desde el patio hasta la planta superior. Actualmente ya no existe.
Hay además otra planta más que estaba destinada a albergar a la servidumbre.

Patio, ©RCastañeda

Queremos dar las gracias al Ejército del Aire por su amabilidad al permitirnos el acceso a este lugar privilegiado para realizar el reportaje, aparte de habernos facilitado información sobre cada una de las estancias.

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