En el bicentenario del General Prim se presentó el libro ”Prim, mucho más que una espada” del historiador y escritor Emilio de Diego en el Congreso de los Diputados.
El acto contó con la presencia de Jesús Posada, presidente del Congreso, Pau Roca, presidente de la Sociedad Bicentenario General Prim, Josep Ramon Bosch, presidente de Sociedad Civil Catalana y Ramón Tamames, político y Catedrático de Estructura Económica de la Universidad Complutense de Madrid.
Josep Ramon Bosch destacó que el General Prim defendió los interéses de Cataluña en España y de España en el mundo. Fue un valiente soldado comprometido con el progreso del país. Comparando la España actual con la del General Prim dijo que ”vivimos tiempos difíciles en los que nos toca vivir desafecciones y corrupciones, tensiones territoriales que parecen enquistarse. Hoy los viejos carlismos son sustituidos por los viejos nacionalismos, remozados con campañas de propaganda que los hacen atractivos a las gentes y parecen modernos y cool.” Prim no se andaba con remilgos al manifestar su doble condición de catalán y español. Lo mismo que defienden hoy miles de catalanes a través de Sociedad Civil Catalana, una asociación transversal que reune personas de distintos credos políticos que ve con preocupación la actual deriva secesionista que está viviendo Cataluña. ”Para nosotros Prim es también más que una espada. Es un catalán que en tiempos amargos dejó impronta de su fe absoluta en una España mejor. Es también un ejemplo para la gente de Sociedad Civil Catalana.”
Ramón Tamames dijo que el General Prim era para él el español más brillante del siglo XIX.
Una serie de sus actuaciones pueden considerarse como bases de lo que Tamames denomina ”el modelo Prim” puesto en duda, sin embargo, por otros historiadores. ”Pero el modelo existe, es la idea de que España puede gobernarse por una monarquía constitucional y parlamentaria como la que tenemos ahora. Prim consideraba que los federalistas y republicanos estaban inmaduros y tenían que avanzar en la elaboración de sus ideas y estableció la soberanía nacional y el ”bill of rights” español.”
Además este ”modelo Prim” se completa con la visión que tenía de la Economía. Con la ayuda de su mano derecha, Laureano Figuerola, intentó modernizar la Economía con la introducción de dos elementos: la entrada de España en la Unión Monetaria Latina con la Peseta (terminando con el caos monetario que había en el país. Antes de 1867 funcionaban 97 monedas distintas en España) y el ”arancel Figuerola” que acabó con el caos que había en las aduanas. Fue una sabia mezcla de protección hacia las industrias nacientes y de defensa del libre cambio.
Por su parte Pau Roca hizo referencia a 3 logros del libro que se presentaba. El primer logro es observar que General Prim fue más que un militar con éxito, se realiza un estudio integral de su personalidad. El segundo es el título que es una declaración de intenciones que no defrauda al lector. Es también el propio libro mucho más que una biografía de Prim. Es un reflejo de España en la segunda mitad del siglo XIX. Para comprender cualquier vida hay que enmarcarla en el contexto en que ha vivido. Emilio de Diego ha comprendido en que médida la vida de Prim se ”enreda” con la Historia del país. El tercer logro parte de una clara concepción de la Historia como necesidad social. La Historia debe cumplir también una función social y en este sentido ”Prim, mucho más que una espada” ofrece claves para la España de hoy.
Emilio de Diego constató que más que una versión nueva de su libro anterior, es una ampliación con datos nuevos que amplían la biografía del general. Quiso señalar que Prim era antes que nada un soldado, pero fue un personaje polifacetico: un político pragmático, un parlamentario aceptable, un diplomático y también un conspirador, un revolucionario y un hombre de Estado. En todas sus facetas tuvo una dimensión extraordinaria. También tuvo carencias, evidentemente. Aprendió en la ”universidad de la vida”. Conoció distintos sistemas políticos y eligió el que creía mejor para España. Fue un conspirador cuando no quedó más remedio y se habían cerrado todos los caminos para ejercer un juego político normal. Fue un hombre que sabía escuchar.
Emilio de Diego quiso destacar sobre todo la coherencia de Prim en el terreno político y económico. A lo largo de su vida no varió un ápice de su objetivo: monarquía, Constitución y libertad. Fue siempre un progresista. Siempre buscó crear un progresismo operativo. Buscó que la libertad fuera la expresión de la soberanía nacional en el marco constituyente garantizado por la Corona.
Como economista señaló que defendería la industria de su país hasta que estuviera preparada para competir con los demás. Dejaría de ser proteccionista en el momento que el país estuviera listo para poder competir. Pero no hubo posibilidad de cambiar. Así fue coherente con sus ideas políticas, con las necesidades del país y sus electores. Para los progresistas libertad y progreso eran dos aspectos ineludibles. Era la conquista del bienestar social. La situación no permitía una competencia con productos extranjeros, lo que traería consigo el fin de la riqueza nacional. En una época de predominancia del poder militar fue percibido como un militar de ”abajo a arriba”, como defensor de la libertad. Se convirtió en un mito. Era una persona que constuyó un personaje.
Prim es un referente que transciende su tiempo. Fue capaz de convertirse en la referencia de un tiempo.
Cerró la presentación el presidente del Congreso de los Diputados, Jesús Posada. El Congreso ha participado en las celebraciones del Bicentenario del General Prim, como fueron la presentación de una obra colectiva sobre la personalidad y trayectoria de Prim, la inauguración de la placa conmemorativa en el lugar en que se produjo el magnicidio. Además hace unos meses se ha dado el nombre del General Prim a una sala del Congreso que albergó las reuniones de las ponencias que elaboraron la Constitución de 1978. Para Jesús Posada esto ha sido una forma de rendir homenaje a la contribución de los catalanes a la Historia de España. La Historia de España no puede entenderse sin Cataluña y la Historia de Cataluña no puede entenderse sin la de España.
Se refirió a dos rasgos sobresalientes del General Prim: sus profundas convicciones democráticas y su profundo amor a Cataluña.