Este pequeño jardín se encuentra en la calle del mismo nombre, muy cerca de la iglesia de San Pedro el Viejo.
Pasa prácticamente desapercibido, ya que se encuentra rodeado de un muro y su entrada es pequeña. Sin embargo es un pequeño oasis en el centro de la ciudad.
Tiene un pequeño mirador y sus bancos nos ofrecen un poco de sombra en las soleadas tardes veraniegas.
La calle del Príncipe de Anglona se llamó en su día Calle sin Puerta, ya que fue hecha para conectar la Plaza de la Paja con lo que es ahora el Palacio de Anglona. Al no haber puertas en la calle, recibió este singular nombre.
La zona que rodea la Plaza de la Paja se encuentra llena de bares y terrazas que invitan al paseante a descansar un rato y disfrutar de este precioso espacio.