‘Lucian Freud. Nuevas perspectivas’ en el Museo Thyssen

Hasta el 18 de junio de 2023 se podrá visitar en el museo Thyssen Bornemisza la exposición dedicada a Lucian Freud conmemorando el centenario de su nacimiento (1922). El Museo Thyssen es la segunda sede en colaboración con la National Gallery de Londres y ha sido comisariada allí por Daniel Herrmann y aquí por Paloma Alarcó. Podemos ver más de 50 obras realizadas por el pintor durante 70 años.

El cuarto del pintor, 1944; Óleo sobre lienzo. 62,2 x 76,2 cm;
Colección privada, ©Museo Thyssen

Guillermo Solana comentó que esta exposición era el cumplimiento de un largo sueño. Que Lucian Freud era el artista contemporáneo más vinculado a la colección Thyssen, incluso a  nivel personal con el barón Thyssen. Hasta hace poco los únicos retratos del barón que tenía el museo eran aquellos pintados por Freud. En la colección hay 5 obras de él. Ya en 1994 se realizó otra muestra dedicada al pintor. Tras tantos años y muchos intentos por fin se puede mostrar esta exposición. Guillermo Solana agradeció especialmente a Gabriele Finaldi, actual director de la National Gallery y antiguo director de Conservación e Investigación del Museo del Prado,  el haber aceptado al Museo Thyssen como segunda sede de esta exposición.

Muchacha con rosas, 1947‐1948; Óleo sobre lienzo. 106 x 75,6 ; Cortesía de The British Council Collection; ©Museo Thyssen

La exposición sigue el recorrido de la  National Gallery, salvo en pequeñas variaciones.
Destacó Solana que Lucian Freud fue un personaje conocido, una ‘celebrity’, antes de ser ya famoso como pintor. Por eso muchas veces su personalidad destacó más que su obra que no fue reconocida como debiera haber sido. Se ha utilizado muchas veces un enfoque sensacionalista, que mostraba sobre todo la vinculación con su atormentada vida privada o  sus múltiples parejas; se atendía más a una idea de ‘sexo mórbido’ que al valor de la pintura en sí. En esta exposición conmemorativa se nos han abierto los ojos a la enorme calidad de unas obras del que sea quizás el mayor pintor del último siglo. Vemos una gama distinta de sensaciones de su pintura.

Doble retrato, 1985‐1986; Óleo sobre lienzo. 78,8 x 88,9 cm;
Colección privada; ©Museo Thyssen

Paloma Alarcó, comisaria de la exposición y Jefe de Conservación del Museo Thyssen, comentó que Freud siempre la había fascinado. Recalcó que desde un principio pensaron en que había que olvidar esa visión tan biográfica del pintor estudiada por muchos biógrafos. Había que abrir la visión  hacia su pintura. A Freud le interesaba sobre todo el proceso creativo. Su obra se puede considerar como una reflexión metafísica sobre la pintura. Fue un gran conocedor de los artistas clásicos. Desde el principio quiso destacar su independencia. No se adscribió a ninguna de las corrientes artísticas que se iban desarrollando. Le interesaba pintar seres humanos, por lo que en su obra destacan los autorretratos, los retratos y los desnudos. Siempre pintó del natural, era pausado, meditaba cada pincelada. Esa lentitud es una de sus características principales.

Reflejo con dos niños (Autorretrato),1965; Óleo sobre lienzo. 91 x 91 cm; Museo Nacional Thyssen‐Bornemisza; ©Museo Thyssen

La exposición es un recorrido cronológico-temático. Las primeras tres salas dejan ver como Freud  está buscando su camino aprendiendo de las múltiples obras que veía. Los primeros retratos son similares a los de los artistas del Renacimiento alemán y van dando paso a una técnica más suelta y empastada que se irá incrementando hasta las últimas obras. Cambió su manera de pintar. Primero pintaba sentado, luego ya de pié utilizó otro tipo de pinceles lo que le permitía moverse. Se pierde el hieratismo ansioso de sus primeros retratos. La sala central está dedicada a un tema fundamental: la intimidad. Supo captar muy bien las relaciones interpersonales, de parejas, hermanos, amigos….

Autorretrato (Fragmento), 1956; Óleo sobre lienzo. 61 x 61 cm;
Colección privada; ©Museo Thyssen

Destaca mucho la materialidad de los rostros, el personaje va ‘saliendo’ a base de acumulación de pintura. Su estudio empezó a ganar importancia, es el escenario de sus cuadros. Sus primeros retratos eran pequeños con fondos planos. Después pasaría a formatos más grandes donde la escenografía del estudio es fundamental, teatralizando las escenas. Hay que mencionar la perspectiva ascendente de las obras. La apoteosis final estaría dedicada al retrato  desnudo. En este punto la comisaria quiso destacar la diferencia entre ‘desnudo’ y ‘desvestido’. Desnudos encontramos en el arte clásico, aquí se trata de personas normales que llegan a su estudio y se quitan la ropa. Muestra también una visión despiadada, vulnerable del ser humano.

Dos hombres, 1987‐1988; Óleo sobre lienzo. 106,7 x 75 cm; National Galleries of Scotland;
©Museo Thyssen

La exposición se ha dividido en varias secciones:

  •  Llegar a ser Freud: Vemos aquí sus primeras obras de mediados del siglo XX. Destacan los retratos frontales que transmiten la frialdad de los retratados.
  • Primeros retratos: En esta etapa ya pinta de pie moviéndose alrededor de sus modelos para apreciar los más mínimos detalles. Su pincelada es más suelta y empastada, pero precisa y lenta para captar la esencia de los modelos. Hay en esta sección varios autorretratos, algunos inacabados que nos permiten ver el proceso creativo.

    Michael Andrews y June, 1965‐1966;Óleo sobre lienzo. 61 x 71 cm; Colección privada; ©Museo Thyssen
  • Intimidad: Quiso evocar cariño, amistad o afecto paterno, aparte de la intimidad erótica como queda patente en sus retratos dobles.
  • Poder: Pocas veces aceptó retratos por encargo y sólo si el peticionario merecía su respeto o admiración.
  • El estudio: A partir de 1980 el estudio es un ‘personaje’ más de sus obras donde el pintor impone sus reglas.
  • La carne: vemos aquí desnudos inmensos que quieren presentar un cuerpo vulnerable. Quiso el pintor que ‘la pintura actuase como si fuera carne’.
  • David Dawson: el estudio de Lucian Freud: fue ayudante del pintor y se encuentran en esta sección una serie de fotografías que mustran su proceso pictórico.

La exposición se complementa con 4 conferencias que tendrán lugar los jueves de marzo (días 9, 16, 23 y 30) y correrán a cargo de los dos comisarios de la exposición,  Paloma Alarcó y Daniel Herrmann, Guillermo Solana y Clara Marcellán, comisaria técnica de la muestra.

Además habrá diferentes talleres y visitas a la exposición. Para más información visite la web del museo Thyssen.

 

 

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