Palacio de Buenavista

Historia

A mediados del siglo XVI los terrenos que hoy ocupa el Palacio de Buenavista eran un olivar. Para facilitar el acceso a esta zona de la capital desde la Puerta del Sol se hizo la calle de Alcalá, ya que algunas personalidades relevantes habían comenzado a edificar conventos. En general eran edificios de poca importancia porque se encontraban en lo que eran los arrabales de la ciudad. Tenían amplias huertas y jardines.
El primer edificio que ocupó este solar perteneció al cardenal Quiroga, Arzobispo de Toledo e Inquisidor Mayor del Reino. Al encontrarse en Nápoles ofreció este palacio a Felipe II que lo utilizó como residencia de recreo y descanso. Como las obras del Alcázar se iban alargando, frecuentó el palacio con bastante asiduidad. Sin embargo, al crecer Madrid, esta zona dejó de estar aislada y el rey prefirió otros destinos como Aranjuez o El Escorial.

Biloba centenario en los jardines

Felipe III vendió las casas de Buenavista a Don Diego de Silva y Mendoza en 1609.

En 1697 se edificó una primera Puerta de Alcalá, de ladrillos, entre el actual Ayuntamiento de Madrid y el Palacio de Linares. Hasta mediados del siglo XVIII entre la Cibeles y Neptuno no había más que un barranco por el que corría un arroyo.

En 1744 la familia Silva y Mendoza perdió sus posesiones que pasaron a manos de la Real Congregación del Glorioso San Ignacio de Loyola que unos años después la vendió al marqués de la Ensenada. Tampoco éste disfrutó mucho del palacio ya que perdió todos sus cargos diez años después.

Isabel de Farnesio, tras enviudar de Felipe V vivió en el palacio de Buenavista hasta su muerte en 1766.

La actual Puerta de Alcalá se construyó en época de Carlos III, hacia finales del siglo XVIII. Se echó tierra sobre el barranco y en 1781 se instaló la fuente de la Cibeles. Fue este el comienzo del cambio de la zona.

Desde 1769 el duque de Alba, Fernando de Silva y Alvarez de Toledo

Escultura al Valor de José Alcoverro

comenzó a comprar las casas conocidas como Buena-Vista, que pertenecían a Isabel de Farnesio y otros terratenientes, uniendo los terrenos. Su nieta, la famosa María Teresa Cayetana de Silva, hizo demoler la mayoría de los edificios existentes y proyectó la construcción de un edificio a la altura de su rango, pero murió antes de verlo terminado, en 1802.

Cuando el edificio estaba casi finalizado, en 1795, un gran incendio causó grandes desperfectos al palacio. Al año siguiente otro incendio hizo que la duquesa perdiera cierto interés por él. A su muerte el palacio de Buenavista fue heredado por varias personas ajenas a la familia de la duquesa, la mayoría de condición modesta. Parece ser que la duquesa prefirió dejarles a ellos sus posesiones por problemas con sus familiares. Como el palacio era costoso de mantener, estos herederos decidieron venderlo.

En 1807 el Ayuntamiento lo compró, ya que quería regalárselo a Godoy, sin embargo este caería en desgracia antes de habitarlo, aunque había comenzado ya con las obras para su adecuación.

Durante la ocupación francesa, el Estado Mayor bajo el mando del mariscal Murat ocupó este palacio mientras las tropas estaban acantonadas en el Retiro y la Casa de Campo. El rey José I pensó en instalar en el palacio de Buenavista un Museo de Pinturas.

Durante el reinado de Fernando VII lo ocupó un edificio dedicado a la Inspección de Milicias.

Hacia 1816 fue sede del Museo Militar. Ese año tomó posesión del palacio el conde de Casa-Sarria, jefe de la escuela de artillería, en representación del ramo de la Guerra. El palacio estaba entonces en bastante mal estado con el tejado roto, lleno de goteras, el interior sin decorar, los jardines llenos de escombros…. Una vez instalado el Museo Militar poco a poco se fue ampliando con edificios anexos para albergar un cuartel y otras dependencias necesarias.

El Real Museo Militar estuvo en el palacio hasta que en 1827 se dividió en dos museos distintos, uno el Real Museo de Artillería y otro el Museo del Real Cuerpo de Ingenieros.

Sin embargo el mayor cambio que se operaría en el Palacio de Buenavista tendría lugar en el año 1841 preparándolo para ser la vivienda del general Espartero como regente de España. Además se trasladó entonces el Museo Militar al antiguo Palacio del Buen Retiro, donde estuvo hasta el año 2009 que pasó al Alcázar de Toledo.

Con motivo de las celebraciones por la mayoría de edad de Isabel II se alojó en el palacio el enviado extraordinario de la Sublime Puerta Otomana.

A partir de 1847 fue destinado a Ministerio de la Guerra, aunque estaba todavía sin terminar. El general Prim, antes de fallecer, dictaminó las órdenes oportunas para el cerramiento del edificio que culminó en 1876. Con el tiempo pasaría a ser Ministerio del Ejército y actualmente es el Cuartel General del Ejército de Tierra.

Los jardines

Los cuidados jardines poseen una importante colección vegetal, destacando el milenario árbol Biloba. De hecho, el que encontramos aquí es más alto que el que se encuentra en el Jardín Botánico.
Antes de llegar a las escaleras que dan paso al Palacio encontramos una estatua dedicada al Valor, obra de José Alcoverro. Quiere esta obra destacar el valor del soldado celtíbero. En la mano derecha lleva la espada gladius hispánica que fue adoptada después por los romanos.
Además unas estatuas dedicadas a Minerva y Marte hechas con el bronce de los cañones capturados al enemigo durante la primera Guerra de África.
En el jardín, las farolas son de finales del siglo XIX y corresponden al primer alumbrado de luz artificial que hubo.
Sobre la fachada podemos ver una obra de Aniceto Marinas.

El Edificio

Patio de armas con las esculturas al soldado del siglo XX y al del Tercio de Flandes realizadas por Antonio Colmeiro

El palacio cuenta con varios patios. El primero de ellos, del siglo XVIII, corresponde al que fue de la Casa de Alba. Cuenta este edificio con losetas adosadas sobre el exterior, lo que hace que no sea diferente de las ampliaciones realizadas con posterioridad.

Patio de Armas

El Patio de Armas se encuentra ubicado en el edificio realizado en el siglo XIX. En él hay una serie de esculturas de Antonio Colmeiro realizadas hacia 1980 y que recuerdan grandes personajes históricos como Don Pelayo, Pizarro, El Cid, el soldado de los Tercios de Flandes, el soldado del siglo XX o Agustina de Aragón.

Escalera de Honor

Escalera de Honor

La balaustrada es de mármol gris. Cuenta la escalera con farolas de 1882. Las columnas

son de granito. En las paredes podemos ver nombres de batallas destacadas.
Además una escultura de Gonzalo Fernández de Córdoba, El Gran Capitán, considerado el creador del ejército español que dominó Europa durante el siglo XVI y parte del XVII.

Salón de Ayudantes

Isabel II por Madrazo

Las bóvedas son de finales del siglo XIX, de corte clásico. Las lámparas son de La Granja.
Hay en esta sala uno de los 90 relojes con que cuenta el Palacio. Representa a Galileo Galilei.

Hay varios retratos de gran valor, como el de Felipe V realizado por van Loo, el de Carlos III pintado en el taller de Maella y que es una copia de otro realizado por Mengs. Además un retrato anónimo de Carlos IV y uno de Isabel II con la Infanta Isabel, la Chata pintado por Federico de Madrazo.

Salón Teniers

Este salón debe su nombre a los tapices colgados en las paredes. Son del siglo XVIII

Salón Teniers

basándose en obras de Teniers y realizados en su mayor parte por van Loo, como los que muestran las fiestas campesinas holandesas. Hay además un tapiz basado en el primer cartón de Goya, La caza del jabalí, que realizó el genio aragonés como pintor de cámara para la Real Fábrica de Tapices en 1775.

La mayoría de los tapices fueron realizados en la Real Fábrica de Tapices de Santa Bárbara.

Salón Goya

En las paredes tapices con temática típicamente española mostrando a majas y embozados.
Se encuentra en esta sala el tapíz de mayores dimensiones de unos 6,50 metros, El verano o la Era, de Goya. Los tapices están realizados en hilo de seda y lana.
En el centro una mesa utilizada desde mitades del siglo XIX por los diferentes ministros de la Guerra. Aquí tuvo lugar la reunión del último gabinete de Alfonso XIII y el primero de Azaña como ministro de la Guerra de la II República .
Sobre un bureau un busto del Príncipe Felipe realizado por el escultor Santiago de Santiago.

Salón de Audiencias

Antiguo Despacho del Ministro, esta sala fue utilizada por los diferentes ministros de la Guerra, del Ejército y Defensa.
A un lado una mesa restaurada de la época de Felipe V.
Las paredes tapizadas con hilo de seda. En la sobrepuerta una serie de figuras mitológicas.
Tenemos en esta sala el sofá en el que se le realizaron las primeras curas al general Prim tras sufrir el atentado que le costaría la vida. El general Prim era el Presidente del Gobierno y había apoyado el nombramiento de Amadeo de Saboya como futuro rey de España. Sólo faltaban cuatro días para que el nuevo rey llegase a Madrid. Amadeo I sólo pudo ya rendir honores a quién tanto le había apoyado.

Salón de las Batallas

Detrás de unos espejos hay un ascensor con su caja original.
Recibe este salón su nombre por los cuadros de batallas famosas que cuelgan en sus paredes. También se conoce como Salón de las Conchas por las veneras en forma de conchas que rematan los ángulos.
En uno de los cuadros se ha reflejado la Vicalvarada con el General O´Donnell en el centro.
La lámpara tiene un baño de oro de 21 kilates. En el centro hay una mesa del siglo XVIII con una figura representando un combate de guerreros medievales realizada en metal.

Salón de los pasos perdidos

Sirve de distribuidor a varios salones. En los extremos, jarrones de porcelana de Sevres. Podemos ver un retrato de Luis I de Jean Ranc y de Ana de Austria, hija de Felipe III.

Comedor de Gala

El suelo es de mármol de varias tonalidades. El mobiliario de estilo Fernando VII.
La bóveda está calada a modo de celosía. Las lámparas son de estilo imperio.
Se encuentra aquí el tapíz más antiguo del Palacio que muestra una de las escenas del Quijote, El Desafío al Vizcaíno, realizados sobre cartones de Procaccini y Sany.

Salón Quijote

La bóveda es de estilo pompeyano. Es el típico salón romántico. En las paredes tapices con temas del Quijote realizados también sobre cartones de Procaccini y Sany.
La chimenea Luis XV es de mármol blanco. Cuenta la tradición que en esta sala falleció el general Prim tres días después del atentado que se produjo en la calle del Turco. Después sus restos fueron trasladados a la iglesia de la Virgen de Atocha donde se preparó la capilla ardiente. Allí Amadeo I fue a mostrarle sus respetos.

Salón Prim

Es este el antiguo salón de música. Posee la bóveda más reciente del Palacio. Los relojes son ingleses del siglo XVIII. En la pared un retrato de Isabel II a los 16 años atribuído al taller de Madrazo.
También hay un retrato de Prim pintado por Esteban y un cuadro que representa la batalla de Tetuán pintada por Sans y Cabot.

Salón de Baile o de Embajadores

En la bóveda podemos ver personajes relacionadas con el Ejército y la Armada, como El Gran Capitán, Balboa o Magallanes.
En esta sala estuvo la capilla ardiente del general Gutiérrez Mellado tras fallecer en accidente de tráfico.
En la pared sendos retratos de Fernando VII realizados por Goya y Vicente López.
Unas figuras de Alfonso XII y Alfonso XIII realizadas por Mariano Benlliure. En esta sala el mariscal Joffe, héroe de Verdún, condecoró al rey Alfonso XIII, por la no intervención de España en la Primera Guerra Mundial y por su colaboración con la Cruz Roja Internacional, así como por la ayuda prestada para el intercambio de prisioneros y heridos.

El Palacio de Buenavista es sin duda un lugar emblemático. Su historia, llena de acontecimientos clave, le convierte en un edificio singular.

 

Fuente en el jardín
Busto de El Gran Capitán
Tapíz de Goya ‘El verano o la Era’
Salón Teniers
Detalle del techo del salón de Pasos Perdidos
Chimenea en el salón Quijote
Batalla de Tetuán por Sans y Cabot
Detalle del comedor de gala
Salón de Batallas
Alfonso XII estatua ecuestre por Mariano Benlliure
Alfonso XIII a caballo por Mariano Benlliure

 

Fuentes:

Historia y descripción de la posesión titulada Palacio de Buenavista o del Ministerio de la Guerra, autor: Martín del Hierro, Luis. Facsimil, 2003
Madrid, autor: Cabezas, Juan Antonio. Ediciones Destino, 1954
Visita guiada por el Subteniente Don Antonio Escribano.
Fotografias: Rafael Castañeda Fotografía

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