Artesanos, toros y religión
La Plaza Mayor es uno de los lugares de encuentro de los madrileños.
En sus orígenes se encontraba fuera de las murallas de la ciudad.
Numerosos acontecimientos tuvieron lugar aquí. Se celebraba el mercado, de ahí que uno de los edificos se llame Casa de la Panadería, ya que era donde se guardaba la harina. Actualmente es la sede de la Oficina de Turismo.
El edificio de enfrente es la Casa de la Carnicería, que es actualmente un hotel.
Alrededor de la Plaza Mayor vivían muchos artesanos cuyos oficios han dado nombre a las calles. En su momento tuvieron mucho poder los gremios. Limitaban el número de artesanos permitidos y, a través de su participación en la vida social y religiosa, por ejemplo con las procesiones, influyeron en la vida de sus coetáneos.
En los días de la Inquisición, los juicios se celebraban aquí e incluso alguna que otra ejecución.
En la época de Felipe III y Felipe IV también era la plaza lugar habitual para las corridas de toros. Estas duraban todos el día. No había toreros. Eran generalmente caballeros de la nobleza los que lidiaban a los toros a caballo. Al final, el toro era ofrecido al público para que lo matara. Parece ser que, a veces, incluso había muertos entre el público por las peleas que se organizaban para ver quién acababa con el astado.
Las casas que rodeaban a la plaza estaban hechas de madera por lo que hubo varios incendios. Finalmente se decidió reconstruir la plaza, pero con casas de ladrillo. Los edificios no estaban juntos en las esquinas como ahora. En una de las remodelaciones se añadieron los arcos.
Felipe III y los pajaritos
En el centro de la plaza está una estatua ecuestre de Felipe III. Anteriormente estuvo durante un tiempo en el Retiro. En 1960 quitaron la estatua para poder realizar las obras del aparcamiento subterráneo debajo de la plaza. Al quitarla encontraron en su interior muchísimos pájaros. Se habían metido por la boca del caballo y después no habían podido salir. Para evitar que esto volviera a suceder, se procedió a rellenar la boca del caballo.
El aspecto de la Plaza Mayor cambió en los últimos años del siglo XIX. En el centro había un parque con fuentes y muchos árboles.
Posteriormente recobraría su aspecto original. Hasta los años 1960 incluso se podía aparcar en la misma plaza.
La Almudena y unos dibujos eróticos
En 1992 Madrid fue nombrada capital de Europa. El pintor Carlos Franco fue el encargado de decorar la fachada de la Casa de la Panadería. Pintó imágenes representando personajes de la mitología relacionados con la historia de Madrid. En cuanto al resultado final, hay opiniones de todo tipo.
La Plaza Mayor, también hoy en día, es el centro de atención en el día de la festividad de la patrona de Madrid, la Virgen de la Almudena. Cada año se celebra una misa en la plaza. Generalmente se montaba un altar delante de la Casa de la Panadería. Sin embargo, tras haberse hecho las pinturas, al retransmitir la misa por televisión, se dieron cuenta que detrás del altar se podían ver algunos personajes desnudos, hecho que no gustó a las autoridades eclesiásticas. Por eso ahora el altar se coloca en el lado de enfrente.
La Plaza Mayor está siempre llena de actividad. Encontramos músicos callejeros, estatuas vivientes y muchísimo turista. En verano suelen organizarse también conciertos al aire libre.
En la época de navidad encontraremos en la Plaza Mayor un mercado navideño con multitud de puestos vendiendo figuritas para el belén e incluso abetos. Después, a medida que se acerca fin de año, podemos comprar matasuegras, pelucas y artículos de broma.
Aunque las terrazas no son precisamente baratas, sí que vale la pena sentarse un rato y disfrutar del ajetreo de la plaza.
Fotografías: Rafael Castañeda