Un reino en el que no se pone el sol
Habilidades y gustos
Felipe II nació en1527 en Valladolid, hijo de Carlos Ie Isabel de Portugal. Su padre le educó para ser rey, lo que fue al abdicar este en 1556. Reinó sobre la Península Ibérica, parte de Francia, los Países Bajos, Sicilia, Cerdeña, Milán, Nápoles, Oran, Túnez, el imperio Afro-Asiático, América y las Filipinas. El reino en el que no se ponía el sol.
En cuanto a su educación, se buscaron personalidades relevantes de los distintos ámbitos de aprendizaje. Por los escritos de estos parece que el latín y la gramática no eran precisamente de su agrado, prefiriendo las matemáticas, la arquitectura y el arte. Aprendió a leer en griego y un poco de hebreo y arameo, sin embargo, no se le enseñó ni el francés ni el italiano o cualquier otra lengua hablada por sus súbditos.
A lo largo de su vida creó una red de palacios lo que le hizo vivir mucho tiempo entre ‘obras’. Intervino en mas de 100 proyectos arquitectónicos apreciando, gracias a sus viajes, los estilos más destacados. Le gustaba controlar los procesos de edificación.
Era aficionado a la jardinería y, por ejemplo, los jardines de Aranjuez fueron planificados bajo su supervisión.
Mandó construir dos parques zoológicos, uno en la Casa de Campo con elefantes, rinocerontes y leones y otro en Aranjuez más pequeño. Participó en justas y torneos. Asistía a espectáculos, tanto religiosos como teatrales.
Era un gran coleccionista de obras artísticas: monedas, medallas, relojes, astrolabios, esculturas, reliquias.
Promovió la difusión científica. Realizó proyectos para conocer mejor los amplios territorios de su reinos. Poseía una gran biblioteca con más de 14.000 volúmenes.
Se levantaba hacia las 8 de la mañana y solía acostarse hacia las 23 horas, después de trabajar. Parece que el enfrentarse a un padre visto como un héroe por la nación le hizo sentir que no tenía su mismo valor lo que le convirtió en una persona tímida e insegura. Quería tener un control exhaustivo sobre todo, hasta los más mínimos detalles.
Era una persona pulcrísima, sobre todo para su tiempo.
Reinó con la ayuda de consejeros, secretarios reales y una administración centralizada y poderosa. Muchos nobles fueron retirados de sus cargos de poder y sustituidos por secretarios pertenecientes a clases inferiores. Su reino sufrió varias bancarrotas y muchos problemas económicos y fiscales.
Felipe dió gran poder a unos pocos ministros. Siempre le gustaba asesorarse antes de tomar una decisión. Fue un trabajador incansable y quería estar al tanto de todos los asuntos relevantes. Era desconfiado (su padre le ayudó a serlo con sus consejos).
Fue siempre un hombre muy religioso. Atendía a misa todos los días, escuchaba los sermones por lo menos una vez a la semana y confesaba y comulgaba como mínimo cuatro veces al año. Se retiraba en Semana Santa y dedicaba tiempo a la reflexión. Tenía claro que había una relación especial entre él y Dios (sus ministros y vasallos creían lo mismo). Cada éxito se debía al favor divino. Sus intereses y los de Dios eran los mismos. Persiguió con empeño la herejía. Trató de terminar con las tensiones entre católicos y protestantes.
Los papas tenían cierto miedo a Felipe ya que sus territorios rodeaban los estados papales por el norte y el sur.
Por otro lado el reinado de Felipe tuvo que enfrentarse a unos hechos indiscutibles: era dueño de territorios tan alejados entre si (España, gran parte de Italia, las Américas, los Países Bajos, Filipinas, Portugal) que eran indefendibles. Todo esto dificultó su reinado.
Primer matrimonio
En 1539 Carlos V viajó a los Países Bajos dejando a Felipe como regente aunque el poder ejecutivo quedó en manos del cardenal Juan de Tavera asistido por Francisco de los Cobos, secretario del príncipe. El emperador dejaba instrucciones sobre la política a seguir en Portugal, Saboya (restaurar a su duque) e Inglaterra (defender el catolicismo), que mantuviera buenas relaciones con la parte austríaca de la familia y concertara matrimonios con Portugal.
En 1542 realizó con su padre el primer viaje a sus territorios españoles conociendo así de primera mano las singularidades de las diferentes regiones. Pasó por Aragón, Barcelona y Valencia. Las funciones de secretario las realizaba por aquel entonces Gonzalo Pérez, padre de Antonio Pérez.
Al año siguiente Felipe II contrajo nupcias con María Manuela de Portugal en 1543 al tiempo que su padre partió por un período que se alargaría 15 años. Asumió el príncipe parte de las funciones de gobierno con sólo 16 años. Carlos V escribió en varias ocasiones a su hijo dándole consejos de cómo gobernar, a quién escuchar como consejero y de quién desconfiar. Su mujer moriría dos años después al dar a luz a su hijo, Carlos.
Viaje a los Países Bajos
En 1548, Maximiliano, hijo de Fernando y sobrino de Carlos V, y su mujer estaban listos para tomar en sus manos el gobierno de España y Felipe pudo salir del país por primera vez. Su forma de ser, poco comunicativa, y el hablar de forma casi inaudible le dieron una imagen desfavorable. El 1549 se reunió con Carlos V que había conseguido que las 17 provincias de los Países Bajos en que gobernaba formaran un sólo Círculo Imperial reforzando los poderes del gobierno central en Bruselas en tres facetas:
- se excluía la jurisdicción imperial
- se garantizaba la exención de los compromisos religiosos que había favorecido la expansión del luteranismo en Alemania
- se obligaba a los miembros alemanes de la Dieta a defender a los Países Bajos en caso de ataque.
Segunda boda y abdicación de Carlos V
En 1554, Felipe II viajó a Inglaterra para casarse con María Tudor. reina de Inglaterra. El tenía 25 años y ella casi 40. María Tudor murió sin haber tenido hijos en 1558. Al año de la boda Felipe se reunió con su padre en Bruselas produciéndose la abdicación del emperador. El reparto de los territorios produjo una brecha en las relaciones familiares. Gracias a la influencia de María de Hungría finalmente se llegó a un acuerdo: la sucesión en el trono del imperio se alternaría entre las dos ramas de la familia. Así Fernando heredaría el título imperial, después le seguiría Felipe y posteriormente Maximiliano.
Mientras Carlos V regresó a España, Felipe permaneció en el norte de Europa hasta 1559 para volver a España como rey.
Guerra contra Francia – San Quintín (1557)
En 1557 las tropas españolas ganaron la batalla de San Quintín evitando que los franceses ocuparan Flandes. Para conmemorar esta victoria Felipe II ordenó la construcción del monasterio de El Escorial, a unos 50 km de Madrid. Este monasterio es de los Jerónimos y contiene varios edificios, una basílica, un mausoleo para los reyes y reinas españoles, la residencia real, una vasta biblioteca, una universidad y una farmacia. Comenzaron a edificarlo en 1563 y se terminó 20 años más tarde.
Tercera boda
Tras la muerte de María Tudor y teniendo que afianzar la descendencia Felipe se casó con Isabel de Valois en 1559. Este matrimonio pondría fin a una larga guerra entre Francia y España. Isabel había sido la prometida del príncipe Carlos, hijo de Felipe, pero al morir María Tudor, el rey decidió casarse con ella él mismo. Tuvieron dos hijas, Isabel Clara Eugenia y Catalina Micaela, de manera que, al morir su tercera mujer también en 1568, Felipe prácticamente se vio obligado a casarse otra vez para tener un heredero varón, ya que su primer hijo había muerto en 1568. Durante toda su vida mantuvo una relación muy especial con estas dos hijas, convirtiéndose Isabel Clara Eugenia en su mano derecha.
Cuarta boda y viudo otra vez
En 1570 Felipe se casó con su sobrina Ana de Austria. Tuvieron cuatro hijos que murieron al poco de nacer, pero finalmente nació el que sería Felipe III. Una vez más el rey enviudó, pero ya no se volvió a casar.
Durante los 42 años de su reinado hubo un estado de guerra constante salvo durante 6 meses. La lucha contra los turcos, con los Países Bajos, Francia e Inglaterra era constante. Y todo esto a pesar de que más de una vez aseguró no querer otra cosa que la paz. Si entraba en guerra era por defensa propia.
Llegó a contar con tres Armadas: una en el Mediterráneo, dos en el Atlántico, una con base en Cádiz para proteger el viaje entre España y el Caribe y otra con base en Lisboa para defender las costas de los ataques ingleses y holandeses.
Todo guerras
Flandes – Guerra de los 80 años (1568-1648)
Su mayor fracaso fue la fallida paz en los Países Bajos. La guerra en Flandes le impidió utilizar recursos en otros escenarios aunque lo intentó, como por ejemplo contra Francia cuando ésta estaba sumida en una guerra civil o contra Inglaterra donde la reina Isabel se encontraba con una difícil situación interna.
El problema en los Países Bajos no logró solucionarse por tres factores:
- geográfico: la rebelión estalló en Holanda y Zelanda, con un terreno difícil para operaciones militares, con lagos y marismas que dificultaban el paso de tropas; con ciudades amuralladas y bien defendidas
- ideológico: Felipe II consideraba imposible negociar con súbditos rebeldes y más aun si eran protestantes
- estructural: la distancia fue un factor fundamental; el correo tardaba unas dos semanas en llegar, pero el rey quería tomar las decisiones personalmente; las propias tropas tardaban dos meses en alcanzar su destino.
El ejército en Flandes puede considerarse el primer ejército permanente en Europa. Desde 1572 contaba con unos 80.000 hombres reclutados en la propia región, en Alemania, Holanda, Inglaterra, Italia y, sobre todo, España. Los soldados españoles participaron en todas las grandes batallas siendo reconocidos como el eje del ejército.
A partir del nombramiento de Felipe II como soberano de los estados de Flandes varios problemas propiciaron el enfrentamiento:
- un calvinismo creciente y rechazo a la política religiosa
- el nuevo nacionalismo
- los deseos de poder de la aristocracia y burguesía local
- una economía adversa y la política fiscal
Aunque los desórdenes pudieron solventarse por parte de la regente, Margarita de Parma, gobernadora de Bruselas en 1566, el duque de Alba entró en la ciudad al año siguiente reprimiendo cualquier sublevación con dureza. En 1568 dio comienzo la guerra de independencia holandesa. Alba venció a los rebeldes en tierra, pero ellos se hicieron fuertes en el mar interrumpiendo el tráfico marítimo con España y bloqueando Amberes, centro comercial mundial.
En 1575 la crisis financiera hizo que Felipe cambiara de estrategia. Las tropas españolas abandonaron el país como gesto de buena voluntad regresando tiempo después cuando ya se había perdido casi todo el territorio.
A partir de 1579 se recuperaron territorios, pero el fallido ataque a Inglaterra en 1588, los problemas con Francia,la ocupación de París por el ejército de Flandes, hicieron que las ‘Provincias Unidas’ (siete provincias del norte protestantes habían constituido la Unión de Utrecht) recuperaran territorios perdidos, invadieran el Mediterráneo y atacaran con los ingleses Cádiz. Ya eran independientes de hecho y se convirtieron en una de las mayores potencias europeas gracias a su marina mercante y de guerra, y su situación financiera. Mientras tanto España seguía en parte del territorio (actual Bélgica, Luxemburgo y partes de Francia y Alemania) manteniendo su papel importante.
Las consecuencias de la guerra:
- altísimo número de pérdidas humanas
- elevadísimo gasto financiero
- agotamiento psicológico
- desaparición y quiebra del mercado entre los puertos del Cantábrico, la meseta del Duero y la zona sevillana con el mundo del norte
- pérdidas del tráfico del Mar del Norte y del Báltico
- caída de la mercantes de Castilla
Las Alpujarras (1568-1571)
Los moriscos resultaban sospechosos a los cristianos por su lengua, costumbres, etc. Fueron acusados de apoyar los ataques berberiscos y turcos a las costas mediterráneas. Una de sus actividades principales fue la producción de seda.
Se aumentaron los impuestos sobre ella. En 1566 un decreto prohibió su lengua, sus ropajes y tradiciones. Intentaron negociar con el rey pero éste se negó. Aben Humeya, descendiente del califa de Córdoba, dirigió una rebelión apoyada por Argelia. No consiguieron tomar Granada y la rebelión se extendió a la Alpujarra. Juan de Austria acabó con la revuelta en 1571 y los moriscos fueron dispersados desde Granada por otros lugares de Castilla.
Un problema familiar
El primogénito, Carlos, había sido arrestado acusado de haber participado en una conspiración contra su padre. Ya en la prisión se negó a comer y, en consecuencia, murió de inanición en 1568. Este evento causó un profundo dolor en el rey que no logró superar jamás. Hay otra versión, según la cual el rey estuvo directamente implicado en estos acontecimientos y prácticamente se le acusa de la muerte de su hijo.
Los turcos (1563-1571)
Felipe II había heredado de su padre el conflicto con Solimán el Magnífico. En 1563 las fuerzas otomanas sitiaron Orán que el ejército de Felipe logró liberar. Al año siguiente capturaron un puerto cercano a Argel.
En 1565 los otomanos desembarcaron en la isla de Malta. Su defensa fue una prioridad para Felipe anteponiéndola a otros problemas (Países Bajos).
Hacia 1570 el imperio turco era cada vez más potente en el norte de África amenazando así a España con un posible desembarco viniendo en ayuda de los moriscos. Además tomaron Túnez y Chipre expulsando a los venecianos. Se formó como consecuencia la ‘Santa Liga‘ (Imperio español, Papado, República de Venecia, Ducado de Toscana, República de Génova, Ducado de Saboya) para destruir a los turcos.
Ese mismo año tuvo lugar la Batalla de Lepanto entre la Santa Liga y el imperio otomano, Al mando de la armada española estaba Don Juan de Austria, seguido de Alvaro de Bazán y Andrea Doria. Se considera esta batalla la más importante entre galeones. La galera de Don Juan de Austria embistió la turca bajo el mando de Ali Bajá que murió de un disparo. Al ver los turcos su cabeza clavada en una pica cedieron ante las tropas de la Liga.
Conflicto con Inglaterra (1585-1604) – La Armada española y la inglesa, ninguna invencible
Inglaterra acosaba a los buques españoles interrumpiendo su comercio. Las desavenencias religiosas y unos derechos hereditarios poco sólidos ayudaron a que el plan de Alvaro de Bazán surtiera efecto. Se decidió crear una Gran Armada a partir de 1584. A su mando estaría el mismo Alvaro de Bazán, pero falleció antes de que la flota partiera siendo sustituido por el duque de Medina Sidonia a quien no gustó el nombramiento por su inexperiencia en asuntos navales, falta de estrategia y tácticas.
La Armada contaba con cinco escuelas diferentes (distintos barcos, distintas lenguas, distintos cañones). Sus barcos eran en realidad convoyes de guerra: grandes barcos para el transporte y realizar desembarcos. Tenían unos 50 cañones que arrojaban balas de 23kg a 400m de forma no muy precisa. Contaba con mas de 100 barcos y 30.000 soldados.
Los ingleses contaban con dos filas de pequeños pero potentes cañones con balas de 4kg que lanzaban hasta a 800m.
En 1587 los ingleses atacaron Cádiz destruyendo parte de la flota.
En ese mismo año se puso en marcha la Armada sufriendo sobrecarga de municiones y personas, enfermedades, falta de agua y vientos contrarios con lo que un tercio de los soldados estaba enfermo o ya había muerto. La salida en julio supuso un retraso de tres meses lo que influyó, sobre todo, en la última fase (regreso a España), ya que hubo temporales. Evidentemente también los ingleses se habían preparado organizando milicias, fortificando y reforzando la artillería de los castillos, construyendo buques más manejables y con mayor eslora lo que permitía alinear más cañones. El enfrentamiento final sería entre aproximadamente 128 buques españoles contra 180 ingleses. No hubo un combate decisivo, sino un desgaste de la Armada que se enfrentaba a la superioridad inglesa. Además Medina Sidonia recibió la noticia de que las fuerzas de invasión en Calais no estaban listas para el combate. Fondeó frente a Calais esperando a los Tercios en una zona con fuertes vientos y corrientes. Resistió el ataque inglés unos días pero fue empujado hacia el norte. Los ingleses no perdieron un barco en las dos semanas de combate. Poco más de la mitad de la Armada logró regresar a España debido sobre todo a las inclemencias del tiempo. Buscaron refugio en la costa oeste de Irlanda donde se perdieron unos 28 barcos por los temporales. Sólo un barco fue hundido en combate. El nombre de la ‘Armada Invencible‘ es la forma peyorativa inglesa de referirse a la Gran Armada.
Dispersada la flota española en el Canal de la Mancha, Inglaterra envió buques bajo el mando de Francis Drake hacia Portugal en 1589 para desestabilizar el control de la monarquía española sobre el país. El resultado fue parecido al que sufrió la armada española: desgaste por el viaje por el Atlántico, rechazo al intento de tomar tierra en Galicia y Portugal y una epidemia de peste acabaron con 20.000 vidas. Este hecho no suele mencionarse, ya que quitaría parte del éxito inglés contra la armada española.
Desde 1592 Felipe II sufría serios problemas de salud. En 1598 decidió retirarse a El Escorial para terminar allí su vida. Murió con 71 años tras una agonía de 50 días.
Felipe II trae la corte a Madrid
En aquellos días la corte estaba siempre donde estuviera el rey, a veces en Toledo, a veces en Valladolid o Granada. Fue Felipe II quién en 1561 decidió establecer la corte de forma estable en Madrid.
Probablemente una de las razones pudieran ser ciertas desavenencias entre la corona y el arzobispo de Toledo. También hay quien defiende la teoría que el clima de Toledo fue el motivo para venir a Madrid. Los veranos eran demasiado calurosos y los inviernos muy fríos. Por otro lado hemos de tener en cuenta que posiblemente Toledo no fuera lo suficientemente grande para cubrir las necesidades de todas las personas incluidas en la corte; además la situación geográfica de Madrid y sus posibilidades de expansión también fueran características que se tuvieron en cuenta en su momento.
De pueblo a capital
Madrid por aquel entonces era poco más que un pueblo, pero había suficiente espacio para construir nuevos edificios y albergar a la corte. Además Madrid no era sede de un arzobispado y la aristocracia no tenía mucho poder.
De repente Madrid comenzó a crecer y crecer. Edificios aristocráticos, iglesias y conventos como en el de la Encarnación o las Descalzas Reales. La vieja muralla fue derribada y se construyó una nueva. La corte tenía nuevas necesidades y muchas personas vinieron a Madrid para cubrir esas necesidades. Las fondas ofrecían alojamiento barato para todos estos viajeros que venían a Madrid. Una posibilidad era compartir habitación con «uno y limpio«, es decir, con una persona más de la que se aseguraba era limpia. Vaya usted a saber lo que consideraban limpio entonces……
La zona alrededor de la Plaza Mayor estaba llena de tabernas y bodegas de vino. Las calles no estaban pavimentadas, había suciedad por todos los lados ya que la gente al grito de «agua va» tiraba de todo desde sus ventanas o balcones. Muchos hacían sus necesidades en las esquinas. Así que en verano, con el calor, el olor debía ser horroroso y en época de lluvias el barro que se formaba tampoco decía ser muy apetecible.
Para evitar que la gente orinara en las paredes de las casas, a veces, hacían pequeñas hornacinas en las que colocaban alguna cruz o una imagen de algún santo, ya que era irrespetuoso hacerlo allí.
Como no había suficientes casas para albergar a todos los miembros de la corte, Felipe II estableció que todos los segundos pisos de las casas debían ser expropiados y pertenecían a la corona. El resultado final fue diferente de lo esperado: las casas nuevas que se construyeron de repente sólo tenían una planta. La segunda planta se hacía de forma que no pudiera ser vista desde la calle haciendo el tejado más alto desde ese lado.
Felipe compró las tierras que son ahora la Casa de Campo para utilizarlas como coto de caza privado.
Fuentes:
‘Felipe II. Un monarca y su época. La monarquía hispánica’, varios autores, Real Monasterio de San Lorenzo de El Escorial, 1 de junio-10 octubre 1998; Sociedad estatal para la conmemoración de los centenarios de Felipe II y Carlos V
‘El Rey Imprudente’, Geoffrey Parker, 2017, Editorial Planeta
Apuntes clase Historia, Eloísa García Verdejo, 2020